jueves, 31 de octubre de 2013

Peña Correa, radio, frío y viento

El pasado sábado me fui con los trastos de la radio a Peña Correa, de 2.069 metros de altura y con referencia SOTA EA1/LE-043. Durante toda la semana había llovido con gran intensidad, hasta el mismo viernes. Por diversas circunstancias quería hacer la excursión el sábado, pero tenía que acompañar el tiempo. Finalmente la previsión para el sábado era de nubes, pero a mediodía se despejaría del todo y no llovería en todo el día. Suelo fiarme de las previsiones del tiempo y, una vez más, acertaron. Aunque tuve momentos de duda.
Entre esas nubes está Peña Correa, mi objetivo, a eso de las 11:30 de la mañana
El recorrido que hice parte desde Abelgas de Luna, un preciosos pueblo al fondo de un valle rodeado de montañas. Para llegar a Abelgas se pasa por el paraje de Campo Sagrado. Allí había abundantes nubes, incluso en algunas tramos niebla. ¿Despejará el día?

El recorrido que hago es el mismo que marca Monchu en su blog. Él sigue hasta otras cumbres más lejanas y regresa por el valle de Valverde. Yo solamente llego hasta Peña Correa y, una vez completado mi objetivo, desciendo también por el mismo valle. Al poco de iniciar el camino, en cuanto llego al valle de Guariza, el panorama que veo es de cumbres cubiertas de nubes. Todos los caminos están encharcados, por todas partes brota agua del suelo, en muchos tramos el camino es un arroyo. Sigo confiando en la previsión de los expertos del tiempo. El camino no tiene pérdida, con el mapa en la mano voy siguiendo el recorrido previsto. Primero llego a una cabaña de ganado. Ahora toca subir el Corralines, ya por encima de los 2.000 metros.

A media ladera de la subida al Corralines. Buen paisaje. Va saliendo el sol
Entre las rocas, a lo lejos, veo un rebeco saltando de roca en roca. En algún momento hay que trepar un poco, pero sin dificultad. Una vez en la cresta del Corralines el paisaje es espléndido. Aunque algunas cumbres están cubiertas de nubes, va apareciendo el sol. A partir de aquí hay que seguir por la crestería hacia el oeste. Hay más de dos kilómetros hasta Peña Correa. Las crestería no tiene casi dificultad, pero la travesía es larga y la mochila pesada. Hacia el norte, a lo lejos, tenemos las dos Ubiñas, a ratos entre nubes, a ratos visibles.

Monchu tardó dos horas y media en llegar al pico. Yo pensaba llegar en tres, pero finalmente fueron casi cuatro horas de caminar. En la cumbre el viento es muy fuerte y continuo. Se preveían rachas de viento de hasta 40 Km/h. Pero todo era una racha permanente.
En la cumbre de Peña Correa, al fondo, entre las nubes, las dos Ubiñas.
En la cumbre no hay nada para sujetar la caña y con ese viento no resulta fácil mantenerla vertical. Así que busco entre las peñas que hay a sotavento, al norte de la cumbre. Finalmente entre unas rocas encuentro un hueco para sujetar la caña. Unas cuerdas hacen de riostras y todo arreglado. Con ese viento y el frío se hace muy incómodo estar en la cumbre. Decido no poner la antena de 50 Mhz. porque difícilmente se sostendrá en la caña y porque quiero estar poco tiempo pasando frío. Solo pongo el dipolo para 20 metros.

La caña sujeta entre las rocas
A la segunda llamada me responde EU1FY, Yuri desde Bielorrusia. Es mi primer contacto con él. A la siguiente llamada ya tengo un montón de gente contestando. Un pile-up de los buenos. Todos a la vez, sin orden ninguno. Voy contestando a los que consigo interpretar el indicativo o espero a que se cansen y conteste uno solo. El frío es intenso, a veces me equivoco con el manipulador a pesar de que llevo guantes. Es difícil no equivocarse con las manos frías. De pronto me doy cuenta de que una nube ha cubierto la cumbre. ¿Se pondrá a llover?

Afortunadamente la nube pasa y no llueve. Sigo contestando a todos los que me llaman. Entre los QSO está uno con HB9BQU/P desde el pico Lüschkopf en Suiza. Su referencia sota es HB/GR-102. Curiosamente es un pico más alto: 2.179 metros de altura, pero solo cuenta por ocho puntos. ¡Peña Correa cuenta por 10!

Cuando dejan de contestarme han pasado 35 minutos y he conseguido 24 contactos, todos con europeos. No está mal. Más de lo que yo pensaba. Quiero marcharme cuanto antes de allí. Me estoy quedando helado. Me olvido de hacer fotos, no hago las llamadas habituales por VHF en repetidores y en directo. Recojo todo con cuidado y ¡para abajo cuanto antes!

Desciendo hacia el sur, hasta un pequeño collado, y desde aquí, por una pendiente bastante pronunciada, hacia el valle de Valverde. La bajada es rápida y pronto entro en calor. Enseguida encuentro un camino que por el fondo del valle me lleva de nuevo hacia Abelgas. El recorrido es largo pero cómodo. Hacia la mitad del camino aparecen los primeros árboles con sus colores cálidos propios del otoño.
Los colores del otoño al atardecer.
Cuando llego a Abelgas son casi las siete de la tarde. He estado casi ocho horas por el monte. Bastante cansado pero contento de un día estupendo de radio y montaña.