sábado, 24 de febrero de 2024

Pico Laguna

 He aprovechado un día de tiempo excelente, para ser febrero, y me he ido hasta Piedrafita la Mediana. Allí parte la pista del Puerto de Piedrafita que comunica con Asturias. Mi meta es el pico Laguna, con referencia sota EA1/LE-220, y 1962 metros de altura. Nadie ha activado hasta ahora esta cumbre, pero desde lo alto del puerto, parece asequible. Además, será para mí una nueva meta: superar los 2000 puntos como activador y conseguir la segunda "cabra montesa". Pasado el pueblo de Piedrafita, se acaba el asfalto y empieza la pista de piedras apisonadas del puerto.

Inicio del puerto de Piedrafita. Amanece. Destaca el pico Laguna

Sería interesante conocer la historia del puerto de Piedrafita. Es evidente que es un puerto que comunica León con Asturias, pero inacabado. Al menos no asfaltado. Parece que se hizo durante la república española. La pista, al menos por el lado leonés, está en bastante buen estado. El firme es de piedras apisonadas y un vehículo alto puede llegar hasta arriba sin problemas. Destacan los muros de contención de piedras grandes y muy bien encajadas. Si no se cuida, el tiempo lo degradará del todo.

Un puente de piedra en la pista del Puerto de Piedrafita

Después de pasar el pueblo seguí por la pista como un kilómetro más. Dejé el coche al lado de un refugio. Está abierto y parece adecuado para su propósito. Comencé la marcha. Son las nueve y media de la mañana, el sol está asomando entre las montañas. El termómetro marca dos grados bajo cero. La pista avanza hacia el oeste sin apenas pendiente durante unos cuantos kilómetros. Ante mí se abre el valle, que luce verde por la vegetación abundante. Abajo corren las primeras aguas del río Torío. Al fondo del valle destaca el pico Campastiñosas. Tiene algunos neveros en su cara norte. Solo se escucha el rumor del agua. El paisaje impresiona.

Abajo corre el Torío, al fondo el Campastiñosas con algo de nieve

La pista avanza hacia el oeste aproximadamente tres kilómetros. Sin apenas pendiente. El firme está casi siempre en buen estado. Solo de vez en cuando una corriente de agua circula por la pista estropeándola poco a poco. En las laderas hay retamas no muy altas. El sol se va elevando. Caminando al sol, no se pasa frío. Recorridos esos tres kilómetros, la pista gira a la derecha, ascendiendo por la ladera. Hacia el oeste sigue una senda que remonta el curso del río. Continúo por la pista.

Al lado de la pista, de vez en cuando, hay un monolito de hormigón

Ahora la pendiente es un poco más fuerte, pero se avanza con total comodidad. Sigo caminando por la pista. De vez en cuando encuentro un monolito de hormigón muy curioso. Este tipo de monolitos también se encuentran en otros puertos de montaña: la Magdalena, Valdeteja... es muy característico. Avanzo ahora hacia el este, pero más tarde, la pista gira de nuevo hacia el oeste, mientras asciende poco a poco por la ladera.

Pista de ascenso. Imponente muro de contención muy bien trabajado

A medida que asciendo por la ladera, también asciende el sol. Ahora tengo que quitarme alguna prenda de abrigo y los guantes. Ya me sobran. Abajo el valle se abre muy amplio y verde. En ocasiones paso al lado de unos muros de piedra muy bien hechos. Una pena, pues el tiempo va degradándolos. El trabajo que se hizo entonces es muy meritorio. Ya bastante arriba, compruebo que vuelvo a tener cobertura de móvil. Con muy buena señal. De vez en cuando mando una foto a los amigos de León. El paisaje es grandioso y el silencio sobrecogedor. 

Vista del valle hacia el oeste desde cierta altura. A la izquierda el Barñacaballo

Tras un nuevo giro al oeste, veo ya a lo lejos la parte más alta del puerto. Allí hay otro monolito de hormigón. Es el límite con Asturias. Después me entero que la parte asturiana del puerto está mucho más deteriorado que la parte sur leonesa. Es una pena. 

Ya en lo alto del puerto, hago una parada para reponer fuerzas. Ante mí, hacia el este, parte una nueva pista que asciende por el cordal. Lejos, a otros tres kilómetros de distancia está mi objetivo. Ante mí, tengo diversas lomas que me impiden ver lejos.

Pista desde lo alto del puerto. La Laguna está detrás de aquellas cimas

Tomo la pista. Ahora la pendiente es un poco más fuerte, pero no necesita grandes esfuerzos. Tanto en los mapas, como a simple vista, se aprecia que la pista termina de repente en la primera loma. Así que en la parte alta de la pista, tomo una senda que bordea la loma por el sur. Hay varias sendas amplias que llevan hacia el este. Es el camino correcto y no hay dificultades.

La senda está clara, la cima rocosa que sobresale al fondo es mi objetivo

Sé que el objetivo está lejos. Veo varias cimas, unas rocosas, otras más suaves. No se todavía cuál es el pico Laguna. Pero sí sé que voy por el buen camino. Y que, de momento, no hay dificultades. Bordeada la primera loma, encuentro una zona de pastos, casi llana. Hay allí varias lagunas más bien pequeñas. En la superficie hay todavía algo de hielo, a pesar de que la temperatura ahora es casi agradable.

Lagunas heladas. Ahora sé que la cumbre que sobresale al fondo es mi objetivo. Parece muy lejos

Bordeo las lagunas y sigo hacia el este buscando entre las sendas. De nuevo la pendiente es muy suave y se avanza muy cómodo por un suelo de pastos y musgo muy mullido. Tengo que bordear otro par de lomas. Siempre encuentro senda y se camina con comodidad. Al norte se abre el valle del río Aller, mucho más abajo. Tengo ante mí buena parte de Asturias. Da la sensación de que si la atmósfera estuviera más transparente, se podría ver el mar. 

Valle del río Aller, Asturias

Sigo caminando por la senda, sin gran esfuerzo. No tengo claro cuál de las cimas es mi objetivo, si es que está a la vista. Me guío por el GPS. Ya estoy cerca. Detrás de una colina herbosa, veo una cima rocosa en la que se aprecia un vértice geodésico. Consulto el GPS: en efecto, ese es mi objetivo. Subo la colina. Ahora tengo ante mí el Pico Laguna. Tengo que descender un poco y subir por la ladera norte entre pastos y rocas. Será un momento. Sopla un viento moderado continuo y molesto

Pico Laguna, al alcance de la mano

Bajo rápidamente hasta el collado. A continuación emprendo el ascenso final. No hay tampoco dificultad. Solo una pendiente fuerte, pero corta. Enseguida llego a la cima. Es suficientemente espaciosa y con un vértice geodésico algo desconchado. Vistas impresionantes. Al sur el valle del Torío, en el horizonte se aprecia la hendidura de las hoces de Vegacervera. Por el lado este un grupo de montañas. A lo lejos pueden distinguirse las pistas de Riopinos sin nieve. Detrás, más allá, unas rocas con nieve, los Picos de Europa. Al norte el valle del río Aller y muchos montes más bajos hasta desaparecer entre la calima. Al oeste, las colinas que he atravesado formando unas jorobas suaves. A lo lejos el Brañacaballo y sus montañas cercanas con algo de nieve.

Panorámica de 360 grados desde la cumbre de Pico Laguna

El ascenso me ha llevado algo menos de tres horas. Dentro de lo previsto. Han sido poco más de ocho kilómetros de recorrido. Algo cansado, pero asequible y sin dificultades en estas condiciones. El viento ha amainado. Me abrigo algo más porque voy a estar parado, pero se está bien aquí. Un hierro vertical cimentado al lado del vértice que soporta un buzón montañero, me servirá para sujetar la caña con facilidad y desplegar la antena. Enseguida me pongo manos a la obra. El móvil tiene cobertura, pero es extraño. Los datos no se actualizan. Es lo mismo que si no tuviera cobertura.

Todo el equipo preparado en lo alto del Pico Laguna

He visto en el clúster que Alejandro y Elena, EA4DON y EA4DOS están activando en Valencia. Pero están, o estaban hace un rato, en la banda de 20 metros. No creo que nos escuchemos. ¡Estaría bien hacer comunicado de sota a sota con ellos! ¡El día que consigo mi segundo Mountain Goat!

Ya que el móvil no me proporciona datos actualizados de activaciones, me pongo en la banda de 20 metros y empiezo a llamar. Tras varias llamadas, por fin me llega una respuesta de NT2A, Gene, ¡en Nueva York, USA! ¡Buen comienzo! Enseguida tengo más respuestas de Suecia, Alemania, Bélgica, Italia... me van llamando de toda Europa. Llegan bien y, sobre todo, me dan un reporte fuerte. ¡Hoy la propagación está muy bien! De pronto escucho atronador a José, EA7GV, desde Granada. Hoy tengo muchas sorpresas gratas.

Mi puesto de transmisión. Al fondo Asturias

Se forma un bonito jaleo de gente, llamando todos a la vez. Hay que ir entresacando indicativos entre tanto pitido y tratando de poner orden. A veces no es fácil. Algunos no hacen caso y se pisan unos a otros. ¡Y eso que hoy es un martes de febrero! Escucho un "/P". Le doy paso. Es HB9AFI/P, Kurt, desde una cumbre suiza. ¡Primer QSO de cumbre a cumbre del día! Sigo atendiendo corresponsales de toda Europa, hasta que nadie más responde. Ha pasado media hora muy entretenida. Es hora de cambiar de banda.

Consulto el móvil. El clúster sigue sin actualizar la información. Me paso a la banda de 40 metros. Es posible que Alejandro y Elena estén en esta banda. Pero no tengo información fiable. Exploro la banda escuchando. En 7.033 MHz escucho una cadencia telegráfica que me resulta familiar. Manipulación rápida, pero espaciando caracteres. Todo bien marcado. Acaban el QSO y lanzo una interrogación "?". En efecto, es Alejandro. Me responde con un "EA4DON". ¡Lo hemos conseguido! Después me doy cuenta de que es su frecuencia habitual de llamada en esta banda. Completo el comunicado con Alejandro y después se pone Elena. Están en Valencia, en la referencia EA5/VL-012, La Safor, cerca de Gandía. Otra cumbre al bote.

Puesto de transmisión en Pico Laguna, mirando hacia el sureste

A continuación busco una frecuencia libre y me pongo a llamar. Me van respondiendo de toda España, pero también de Inglaterra, Irlanda, (EI9KY, Colm, viejo conocido), Francia o Portugal. Escucho con alegría a Ignacio, EA2BD, desde Pamplona. Estoy otros veinte minutos en esta banda. Cuando he respondido a todos los corresponsales, apago la emisora un rato. Tengo hambre, es hora de comer. Me tomo un bocadillo. Cuando estoy a punto de volver a ponerme a los mandos de la radio, escucho por el talkie la llamada de Rubén, EA1IC. Está saliendo de su casa en el coche. Nos escuchamos muy bien. De pronto entra en la conversación Joseka, EA1TV, éste desde León. Lanzo alguna llamada más, pero nadie responde en esta frecuencia. Vuelvo a la banda de 20 metros. No tengo prisa, por ahora.

EA1AER en Pico Laguna

Llamo de nuevo. Pronto me vuelven a responder de toda Europa, siempre con señales fuertes. De nuevo un buen jaleo de muchos llamando todos al mismo tiempo. Pero esta vez vuelven a llamar desde América: AC1Z, Robert, New Hampshire; W2WC, William, New York y WK2S, Arthur, New Jersey. No todos seguidos, claro, sino entremezclados con europeos. 

Pero lo más destacado es un QSO difícil. Escucho un YC....¿? Le doy paso varias veces, hasta decodificar su señal muy débil. ¡Es YC2VOC, Galih, en Indonesia! Costó bastante escucharnos, pero pudimos completar el comunicado. ¡Segundo QSO con él en una cumbre! ¡Está resultando una activación realmente completa! Sigo respondiendo a los corresponsales. Mi intención es apagar a eso de las tres de la tarde. Llega la hora y lanzo un QRT. Pero, antes de apagar, escucho a alguien más que me llama. ¡Va, no le voy a dejar colgado! Le respondo. Después llama otro, y otro... así otros quince minutos más. Por fin, lanzo un QRT sin respuesta. Apago la emisora y empiezo la recogida. 

Vista hacia el suroeste. Al fondo el Brañacaballo

El cielo se ha cubierto con un velo de nubes altas que debilitan un poco el sol. Pero se sigue estando bien en la montaña. Recojo con premura. Tengo tiempo de sobra, pero no quiero tener imprevistos. Inicio el descenso. La primera pendiente, más bien corta, la bajo con un poco de cuidado. Sabiendo ya el recorrido, el descenso es muy rápido, por el mismo camino de ascenso. Incluso me puedo permitir atajos. Me sorprendo de la rapidez con que avanzo. Tan sencillo como fue el ascenso es ahora el descenso, pero más cómodo y rápido. Pronto llego a las lagunas. Ahora no tienen hielo. Bordeo la última colina y llego a lo alto del puerto de Piedrafita. 

Una mirada atrás. En muy poco tiempo he llegado aquí. La luz de la tarde es más fotogénica

La luz de la tarde es distinta. Las fotos tienen colores más naturales. Tomo la pista de descenso. Voy bien de tiempo, pero desciendo muy rápido. El silencio sigue siendo impresionante. En ningún momento de la mañana o de la tarde he visto a ningún ser humano. Y apenas veo pájaros. El descenso completo me lleva aproximadamente hora y media.

Otro monolito en la pista a primeras horas de la tarde

Cuando llego al coche, las sombras de las montañas se van alargando. Ahora, que ya lo he subido, reconozco la silueta del pico Laguna al inicio de la pista. Quizá se pueda subir directo desde aquí, pero nos perderíamos el paisaje impresionante del valle y el puerto. 

Pico Laguna. Las sombras avanzan y no son ni las seis de la tarde

El saldo de la activación difícilmente podría ser más positivo: 75 QSO, cuatro de ellos con América, 61 comunicados en la banda de 20 metros, 12 en la de 40 metros; y dos más en la banda de dos metros. 5 QSO de cumbre a cumbre, uno duplicado. He contactado con muchos amigos y con los habituales corresponsales. He echado en falta a Manuel, EA2DT (raro, raro), y a Miguel Ángel, EA1DMP (no tan raro). Me consta que Agustín, EA1AV estaba fuera. He conseguido una meta interesante: 2000 puntos de activador, mi segunda "cabra montesa". Y la parte montañera de la excursión, simplemente magnífica. 

Aquí está, por fin, el mapa de QSO
Mapa de QSOs

miércoles, 7 de febrero de 2024

Pico Granda, a la segunda

 Primer domingo de febrero, previsión de buen tiempo. Decido intentar de nuevo subir el Pico Granda, esta vez desde el pueblo de Genestosa. Su referencia sota es EA1/LE-240 y tiene una altura de 1766 metros. Esta vez no hay ni rastro de nieve. Voy a tomar una pista que avanza hacia el norte y, tras un amplio rodeo, se acerca a la cima. Llego a Genestosa a las nueve de la mañana. El sol está empezando a asomar entre las montañas. Hace mucho frío. El coche marca -4 grados. Me abrigo bien e inicio la marcha. Tomo una pista bien cuidada que avanza hacia el norte remontando el curso del río Orugo. Aunque llevo guantes, me duelen los dedos de las manos por el frío. 

Inicio del camino. El sol acaba de asomar entre las montañas

La pendiente es suave y avanzo con poco esfuerzo. Tras avanzar unos seiscientos metros, tomo una pista que se desvía hacia el oeste. Aquí la pendiente es un poco más fuerte, pero sigo caminando sin gran esfuerzo. Tras otros setecientos metros más, tomo un nuevo desvío hacia el sureste. No tengo claro que este sea el camino correcto. He estudiado sobre los mapas un acceso más directo a la cumbre. Pero temo que esté desaparecido. Enseguida me doy cuenta de que ese no es el camino correcto. Retrocedo de nuevo. Unos cincuenta metros más allá hay otro desvío hacia el sur. Quizá sea el que busco. Es una pista recién desbrozada. El suelo está lleno de retamas cortadas. Pronto me doy cuenta de que este camino tampoco es viable. Retrocedo de nuevo. La única solución es seguir por la pista inicial hasta donde me lleve.

Retamas cortadas en el suelo. Esta tampoco es la ruta correcta

La pista sube con una pendiente moderada rodeando por el valle. Paso por zonas que siguen a la sombra. Donde no ha llegado el sol, el suelo está blanco de escarcha. Hay charcos helados. Paso al lado de una braña ganadera.

En las zonas en sombra, tenemos escarcha

La pista gira hacia el sur y ahora la pendiente es más fuerte. Voy tomando altura. Ya he entrado en calor, me he quitado los guantes. El paisaje al norte se va ampliando. El cielo está totalmente azul y despejado. Va a ser un día magnífico de excursión.

Voy tomando altura. Paisaje montañoso y cielo despejado

Llego al final de la pista. Estoy en el collado de las Cuartas. Es una zona de pastos preciosa, a 1600 metros de altura. Hago una parada breve para retomar fuerzas y evaluar los siguientes pasos.

Collado de Cuartas. Pastos. Al fondo el Morro Negro, 2151 metros

Allí mismo parte una nueva pista que lleva hasta el Alto de la Gachareta, a 1752 metros de altura. Desde allí sigue la pista por la cresta que me lleva al pie de mi objetivo. Es la primera vez en el día que encuentro una pendiente fuerte. Afortunadamente es un trayecto corto. Pronto me encuentro en una pista sin pendiente que avanza hacia el sur, hasta La Curueza. A la izquierda tengo el macizo de las Ubiñas, siempre impresionante. Apenas tienen restos de nieve. A mi derecha, tras un profundo valle, está el Pozo Lao. A pesar de su nombre, es un pico de 2016 metros. Muy senillo de ascender. De frente apenas sobresale el pico Granda y sobre él un sol muy bajo.

Ya veo de frente el Pico Granda. La pista es casi plana

Este tramo es corto y avanzo rápido. A los lados crecen las retamas. Son unos trescientos metros casi llanos. Después la pista baja hasta un collado al pie de mi objetivo. Antes de bajar el collado busco por el lado oeste una posible senda de ascenso. Por esa ladera intenté subir en enero. Pero con nieve me fue imposible encontrar el camino. Parece que sí que hay una senda. Pero no estoy seguro de que esté despejada hasta el fondo del valle. Desciendo hasta el collado en busca de mi objetivo.

Pico Granda por la tarde. Hay que buscar la ruta de ascenso entre las retamas

Una vez en el collado, me encuentro frente a mi objetivo. Son apenas doscientos metros de desnivel hasta la cumbre. Pero la ladera está cubierta de retamas. Avanzo un poco hacia el oeste para rodear unas peñas y sigo hacia la cumbre. Afortunadamente las retamas no son altas, apenas llegan a la altura de las rodillas, y poco densas. Hacen el ascenso un poco más incómodo, pero sin dificultades. Llego a la cima por el lado oeste. Es una cresta rocosa irregular. Para llegar a la zona más alta hay que trepar entre las peñas con cuidado. Superadas las rocas, hay una zona plana bastante cómoda y relativamente amplia. Han sido algo más de dos horas y media de ascenso. Contadas las equivocaciones.

Llegué a la cima. Tras las rocas, hay una zona plana amplia

Como era de esperar, las vistas son magníficas. Al este, destacan las Ubiñas. Al norte la cresta por la que he llegado y diversas montañas detrás. Al oeste el Pozo Lao y una parte de Babia. Al sur tengo una parte del valle de Babia con San Emiliano y La Majúa a mis pies. El cielo sigue totalmente despejado. La temperatura es ahora templada. Es curioso. Al salir de Genestosa estaba por debajo de cero grados y ahora hay pequeños mosquitos en la cumbre.

Panorama de 360 grados desde la cumbre de pico Granda

Sujeto la caña a una pequeña retama con ayuda de tres cuerdas más para que se mantenga en pie. Despliego la antena y preparo el equipo. En el clúster no veo actividad en ninguna banda interesante. Así que busco una frecuencia libre en la banda de 20 metros y empiezo a llamar. Curiosamente, el primero que me responde es SV2RUJ/P, Stavros, un activador con el que he contactado mucho últimamente. Está en una cumbre de Grecia. ¡Empiezo con un comunicado de cumbre a cumbre!
La antena lista en el pico Granda. Las Ubiñas al fondo

Enseguida me llaman desde toda Europa. Es domingo y hay mucha actividad. Tengo que cargarme de paciencia por los muchos que llaman al mismo tiempo. Cuesta decodificar un indicativo entre tanto pitido. A pesar de estar en la banda de 20 metros, recibo varias llamadas de España. Escucho alguien con /P. Llega muy flojo. Le doy paso, siempre hay alguien que llama encima y me impide escuchar al que me interesa. Después de varios intentos escucho el indicativo de Fabio, IK2LEY/P, desde una cumbre de Italia. Una vez que hemos conseguido el silencio podemos completar el QSO. El segundo de cumbre a cumbre.
Hacia el noroeste hay grandes montañas

Entre los nuevos corresponsales destaca mi amigo Agustín, EA1AV, que llega bastante bien desde León a pesar de su antena precaria. Sigo atendiendo corresponsales de toda Europa. Me tienen bastante entretenido. Pero hoy no tengo prisa. Sigo atendiendo a los corresponsales hasta que nadie más me contesta. Entonces me paso a la banda de 40 metros.
El equipo en la cumbre de Pico Granda

En la cumbre no hace frío, al sol se está bien sin necesidad de abrigarse más. A las primeras llamadas en la banda de 40 metros me responde de nuevo Agustín. En esta banda llega más fuerte. Después me contestan un par de franceses. El siguiente en responderme es Marcial, EA2WX/P, desde una cumbre de Vizcaya. ¡Otro QSO de cumbre a cumbre! Esto marcha bien hoy. Me siguen respondiendo de cualquier punto de España. También desde Francia o Bélgica. Entre el lío distingo un indicativo muy conocido: EA4DON, mi buen amigo Alejandro. Hacía tiempo que no le escuchaba. Por supuesto, el siguiente indicativo es su esposa Elena, EA4DOS. Espero verlos a los dos pronto por mi tierra.
Hacia el norte. Por esa pista llegué hasta el collado que hay abajo.

Estuve llamando hasta quedar sin corresponsales. A eso de la una y media apagué el equipo y empecé a recoger. En el móvil veo que Fernando, EA4HGT, está en el Pico del Oso, EA1/SG-004, a 2194 metros de altura. Está anunciado en 145.500 MHz. Son unos 290 Km de distancia. Yo tengo algunas montañas cercanas por el camino, pero él tiene la llanura castellana. Me pongo con el talky en su frecuencia, no escucho nada. Por si acaso, hago unas llamadas. Escucho que me responden entre el ruido. Busco el lugar más alto y podemos completar un QSO de cumbre a cumbre en la banda de dos metros. ¡Magnífico! Cuatro comunicados de cumbre a cumbre.
Mirando hacia el sur. Abajo La Majúa, a la izquierda San Emiliano

Antes de acabar de recoger, me tomo un bocadillo. Tengo hambre. En el descenso quiero probar un camino más corto, pero no tengo seguridad de que sea viable. Necesito energía. Una vez recogido todo, inicio el descenso. Prefiero bajar directamente hacia el norte desde la cumbre. No hace falta volver a cruzar entre las rocas. El descenso hasta el collado es más sencillo. Las retamas molestan menos en el descenso.
El macizo de las Ubiñas desde el collado

Una vez llegado al collado, sigo la pista por la que vine, pero descendiendo por el valle hacia el este. La pista va perdiendo anchura y la invaden las retamas. Se convierte en un lecho de grava. Seco al principio. Pero pronto hay surgimientos de agua. El terreno se va encharcando. Es difícil avanzar sin mojarse. Pero me parece que hay senda. Cada vez más estrecha. Hay que ir sorteando el torrente que baja, poco caudaloso. Pero cada vez es más difícil avanzar. 
Surgimientos de agua. Zona encharcada. Es difícil avanzar en este terreno.

Ya es difícil retroceder. Y volver por el camino de la mañana se hace muy largo. Sigo adelante. Tengo que ir buscando paso entre las retamas, cruzar el arroyo, seguir por la ladera. Esto no es un camino para pasar. En su momento seguramente lo hubo, pero está perdido irremediablemente. Con muchas dificultades consigo llegar cerca del pueblo. Por fin encuentro una senda transitable. Ya pasó lo malo. Siguiendo la senda llego al pueblo. Ya he terminado la excursión. Antes de tomar de nuevo el coche, me tomo con tranquilidad el segundo bocadillo. Un día magnífico de excursión. Pero es evidente que se debe regresar por el mismo camino de ascenso. 
Mapa de comunicados del día

La activación se saldó con 40 QSO: 27 en la banda de 20 metros, 12 en la de 40 metros y uno de cumbre a cumbre en la banda de dos metros. Ya tengo 1996 puntos como activador. En la siguiente activación conseguiré superar los 2000 puntos. ¡Segunda cabra montesa al alcance de la mano!