miércoles, 7 de febrero de 2024

Pico Granda, a la segunda

 Primer domingo de febrero, previsión de buen tiempo. Decido intentar de nuevo subir el Pico Granda, esta vez desde el pueblo de Genestosa. Su referencia sota es EA1/LE-240 y tiene una altura de 1766 metros. Esta vez no hay ni rastro de nieve. Voy a tomar una pista que avanza hacia el norte y, tras un amplio rodeo, se acerca a la cima. Llego a Genestosa a las nueve de la mañana. El sol está empezando a asomar entre las montañas. Hace mucho frío. El coche marca -4 grados. Me abrigo bien e inicio la marcha. Tomo una pista bien cuidada que avanza hacia el norte remontando el curso del río Orugo. Aunque llevo guantes, me duelen los dedos de las manos por el frío. 

Inicio del camino. El sol acaba de asomar entre las montañas

La pendiente es suave y avanzo con poco esfuerzo. Tras avanzar unos seiscientos metros, tomo una pista que se desvía hacia el oeste. Aquí la pendiente es un poco más fuerte, pero sigo caminando sin gran esfuerzo. Tras otros setecientos metros más, tomo un nuevo desvío hacia el sureste. No tengo claro que este sea el camino correcto. He estudiado sobre los mapas un acceso más directo a la cumbre. Pero temo que esté desaparecido. Enseguida me doy cuenta de que ese no es el camino correcto. Retrocedo de nuevo. Unos cincuenta metros más allá hay otro desvío hacia el sur. Quizá sea el que busco. Es una pista recién desbrozada. El suelo está lleno de retamas cortadas. Pronto me doy cuenta de que este camino tampoco es viable. Retrocedo de nuevo. La única solución es seguir por la pista inicial hasta donde me lleve.

Retamas cortadas en el suelo. Esta tampoco es la ruta correcta

La pista sube con una pendiente moderada rodeando por el valle. Paso por zonas que siguen a la sombra. Donde no ha llegado el sol, el suelo está blanco de escarcha. Hay charcos helados. Paso al lado de una braña ganadera.

En las zonas en sombra, tenemos escarcha

La pista gira hacia el sur y ahora la pendiente es más fuerte. Voy tomando altura. Ya he entrado en calor, me he quitado los guantes. El paisaje al norte se va ampliando. El cielo está totalmente azul y despejado. Va a ser un día magnífico de excursión.

Voy tomando altura. Paisaje montañoso y cielo despejado

Llego al final de la pista. Estoy en el collado de las Cuartas. Es una zona de pastos preciosa, a 1600 metros de altura. Hago una parada breve para retomar fuerzas y evaluar los siguientes pasos.

Collado de Cuartas. Pastos. Al fondo el Morro Negro, 2151 metros

Allí mismo parte una nueva pista que lleva hasta el Alto de la Gachareta, a 1752 metros de altura. Desde allí sigue la pista por la cresta que me lleva al pie de mi objetivo. Es la primera vez en el día que encuentro una pendiente fuerte. Afortunadamente es un trayecto corto. Pronto me encuentro en una pista sin pendiente que avanza hacia el sur, hasta La Curueza. A la izquierda tengo el macizo de las Ubiñas, siempre impresionante. Apenas tienen restos de nieve. A mi derecha, tras un profundo valle, está el Pozo Lao. A pesar de su nombre, es un pico de 2016 metros. Muy senillo de ascender. De frente apenas sobresale el pico Granda y sobre él un sol muy bajo.

Ya veo de frente el Pico Granda. La pista es casi plana

Este tramo es corto y avanzo rápido. A los lados crecen las retamas. Son unos trescientos metros casi llanos. Después la pista baja hasta un collado al pie de mi objetivo. Antes de bajar el collado busco por el lado oeste una posible senda de ascenso. Por esa ladera intenté subir en enero. Pero con nieve me fue imposible encontrar el camino. Parece que sí que hay una senda. Pero no estoy seguro de que esté despejada hasta el fondo del valle. Desciendo hasta el collado en busca de mi objetivo.

Pico Granda por la tarde. Hay que buscar la ruta de ascenso entre las retamas

Una vez en el collado, me encuentro frente a mi objetivo. Son apenas doscientos metros de desnivel hasta la cumbre. Pero la ladera está cubierta de retamas. Avanzo un poco hacia el oeste para rodear unas peñas y sigo hacia la cumbre. Afortunadamente las retamas no son altas, apenas llegan a la altura de las rodillas, y poco densas. Hacen el ascenso un poco más incómodo, pero sin dificultades. Llego a la cima por el lado oeste. Es una cresta rocosa irregular. Para llegar a la zona más alta hay que trepar entre las peñas con cuidado. Superadas las rocas, hay una zona plana bastante cómoda y relativamente amplia. Han sido algo más de dos horas y media de ascenso. Contadas las equivocaciones.

Llegué a la cima. Tras las rocas, hay una zona plana amplia

Como era de esperar, las vistas son magníficas. Al este, destacan las Ubiñas. Al norte la cresta por la que he llegado y diversas montañas detrás. Al oeste el Pozo Lao y una parte de Babia. Al sur tengo una parte del valle de Babia con San Emiliano y La Majúa a mis pies. El cielo sigue totalmente despejado. La temperatura es ahora templada. Es curioso. Al salir de Genestosa estaba por debajo de cero grados y ahora hay pequeños mosquitos en la cumbre.

Panorama de 360 grados desde la cumbre de pico Granda

Sujeto la caña a una pequeña retama con ayuda de tres cuerdas más para que se mantenga en pie. Despliego la antena y preparo el equipo. En el clúster no veo actividad en ninguna banda interesante. Así que busco una frecuencia libre en la banda de 20 metros y empiezo a llamar. Curiosamente, el primero que me responde es SV2RUJ/P, Stavros, un activador con el que he contactado mucho últimamente. Está en una cumbre de Grecia. ¡Empiezo con un comunicado de cumbre a cumbre!
La antena lista en el pico Granda. Las Ubiñas al fondo

Enseguida me llaman desde toda Europa. Es domingo y hay mucha actividad. Tengo que cargarme de paciencia por los muchos que llaman al mismo tiempo. Cuesta decodificar un indicativo entre tanto pitido. A pesar de estar en la banda de 20 metros, recibo varias llamadas de España. Escucho alguien con /P. Llega muy flojo. Le doy paso, siempre hay alguien que llama encima y me impide escuchar al que me interesa. Después de varios intentos escucho el indicativo de Fabio, IK2LEY/P, desde una cumbre de Italia. Una vez que hemos conseguido el silencio podemos completar el QSO. El segundo de cumbre a cumbre.
Hacia el noroeste hay grandes montañas

Entre los nuevos corresponsales destaca mi amigo Agustín, EA1AV, que llega bastante bien desde León a pesar de su antena precaria. Sigo atendiendo corresponsales de toda Europa. Me tienen bastante entretenido. Pero hoy no tengo prisa. Sigo atendiendo a los corresponsales hasta que nadie más me contesta. Entonces me paso a la banda de 40 metros.
El equipo en la cumbre de Pico Granda

En la cumbre no hace frío, al sol se está bien sin necesidad de abrigarse más. A las primeras llamadas en la banda de 40 metros me responde de nuevo Agustín. En esta banda llega más fuerte. Después me contestan un par de franceses. El siguiente en responderme es Marcial, EA2WX/P, desde una cumbre de Vizcaya. ¡Otro QSO de cumbre a cumbre! Esto marcha bien hoy. Me siguen respondiendo de cualquier punto de España. También desde Francia o Bélgica. Entre el lío distingo un indicativo muy conocido: EA4DON, mi buen amigo Alejandro. Hacía tiempo que no le escuchaba. Por supuesto, el siguiente indicativo es su esposa Elena, EA4DOS. Espero verlos a los dos pronto por mi tierra.
Hacia el norte. Por esa pista llegué hasta el collado que hay abajo.

Estuve llamando hasta quedar sin corresponsales. A eso de la una y media apagué el equipo y empecé a recoger. En el móvil veo que Fernando, EA4HGT, está en el Pico del Oso, EA1/SG-004, a 2194 metros de altura. Está anunciado en 145.500 MHz. Son unos 290 Km de distancia. Yo tengo algunas montañas cercanas por el camino, pero él tiene la llanura castellana. Me pongo con el talky en su frecuencia, no escucho nada. Por si acaso, hago unas llamadas. Escucho que me responden entre el ruido. Busco el lugar más alto y podemos completar un QSO de cumbre a cumbre en la banda de dos metros. ¡Magnífico! Cuatro comunicados de cumbre a cumbre.
Mirando hacia el sur. Abajo La Majúa, a la izquierda San Emiliano

Antes de acabar de recoger, me tomo un bocadillo. Tengo hambre. En el descenso quiero probar un camino más corto, pero no tengo seguridad de que sea viable. Necesito energía. Una vez recogido todo, inicio el descenso. Prefiero bajar directamente hacia el norte desde la cumbre. No hace falta volver a cruzar entre las rocas. El descenso hasta el collado es más sencillo. Las retamas molestan menos en el descenso.
El macizo de las Ubiñas desde el collado

Una vez llegado al collado, sigo la pista por la que vine, pero descendiendo por el valle hacia el este. La pista va perdiendo anchura y la invaden las retamas. Se convierte en un lecho de grava. Seco al principio. Pero pronto hay surgimientos de agua. El terreno se va encharcando. Es difícil avanzar sin mojarse. Pero me parece que hay senda. Cada vez más estrecha. Hay que ir sorteando el torrente que baja, poco caudaloso. Pero cada vez es más difícil avanzar. 
Surgimientos de agua. Zona encharcada. Es difícil avanzar en este terreno.

Ya es difícil retroceder. Y volver por el camino de la mañana se hace muy largo. Sigo adelante. Tengo que ir buscando paso entre las retamas, cruzar el arroyo, seguir por la ladera. Esto no es un camino para pasar. En su momento seguramente lo hubo, pero está perdido irremediablemente. Con muchas dificultades consigo llegar cerca del pueblo. Por fin encuentro una senda transitable. Ya pasó lo malo. Siguiendo la senda llego al pueblo. Ya he terminado la excursión. Antes de tomar de nuevo el coche, me tomo con tranquilidad el segundo bocadillo. Un día magnífico de excursión. Pero es evidente que se debe regresar por el mismo camino de ascenso. 
Mapa de comunicados del día

La activación se saldó con 40 QSO: 27 en la banda de 20 metros, 12 en la de 40 metros y uno de cumbre a cumbre en la banda de dos metros. Ya tengo 1996 puntos como activador. En la siguiente activación conseguiré superar los 2000 puntos. ¡Segunda cabra montesa al alcance de la mano!

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