Peña Ubiña, con 2.411 metros de altura es una de las cumbres importantes de la provincia de León. Nunca la había subido, pero estaba entre mis objetivos activarla como sota. El pasado domingo pude cumplir este objetivo. Esta vez me acompañaron dos buenos amigos: Javier y Pablo.
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Panorámica desde la Ubiña hacia el este. A la derecha sobresalen dos sotas: Peña Cerreos y Ubiña Chica. |
El punto de partida habitual para ascender la Ubiña desde León es el pueblo de Torrebarrio. Una ascensión breve, muy directa y muy fuerte. Nosotros decidimos probar fortuna desde Casa Mieres, una zona de praderas de alta montaña situada a 1.600 metros de altura. Pero para llegar aquí hay que ir desde el pueblo de Pinos por una pisa solo apta para vehículos todoterreno. Así que ese tramo tuvimos que hacerlo caminando. Total unos cinco kilómetros con 300 metros de desnivel: una hora de caminar.
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Llegando a Casa Mieres |
Casa Mieres es una zona de pastos de altura realmente bonita. Desde aquí parte un camino que avanza hacia el norte por el valle de la Alcantarilla nos adentra en una zona amplia de pastizales. Sin apenas pendiente avanzamos rodeando las montañas cercanas. Por la parte asturiana vienen nubes que en ocasiones nos ocultan las montañas. Tras cruzar un collado salimos al valle de Riotuerto. Al fondo tenemos el Collado Ronzón y a derecha e izquierda la Ubiña grande y la pequeña.
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Al fondo el Collado Ronzón. A su izquierda la Ubiña Pequeña, a la derecha la Ubiña Grande. |
El paisaje es grandioso, el día soleado, pero no demasiado caluroso. Llegar hasta el collado nos lleva otra hora de camino. Cuando llegamos al Collado Ronzón son más de las dos de la tarde. Ya llevamos un buen retraso. Paramos para hacer una breve comida y Pablo y yo seguimos hacia la cumbre. La ascensión es fuerte y con pasos delicados. La cumbre real siempre está más lejos de lo que parece. Son casi las cuatro de la tarde cuando hacemos cima. Llevamos cerca de cinco horas caminando, más de 12 Km, recorridos y unos 1.100 metros de desnivel. Pero ¡estamos en la cumbre de la Ubiña! A estas horas no hay nadie más aquí, en la subida habíamos encontrado muchos montañeros ya descendiendo.
Por el camino he llevado el talky escuchando las frecuencias más habituales de la banda de dos metros y todos los repetidores. He escuchado muchos repetidores, pero nada significativo. Ahora, en la cumbre, hago unas cuantas llamadas por si encuentro corresponsales. El único que me contesta es
EA2JB, Javier, que me llega muy bien desde un pueblo de Burgos.
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Llamando en la banda de 2 metros desde la cumbre de la Ubiña. |
Ya tengo instalada la antena, enseguida pongo en marcha el equipo de hf y me dispongo a llamar en la banda de 20 metros. Pronto me contesta Roy,
G4SSH, desde Londres. Después van contestando muchos de los habituales europeos pendientes de las activaciones sota: OE6GND, desde Austria; OZ4FT, desde Dinamarca... Enseguida se forma un buen lío de todos llamando a la vez. En diez minutos despacho a todos los que me llaman. Dados la hora y el lugar, no conviene entretenerse demasiado.
Me paso a la banda de 40 metros. Está limpia. Llamo durante algo más de diez minutos. Nadie me contesta. Antes de apagar y recoger, busco en las frecuencias habituales. Descubro a
CT1DBS/P, Pedro, que está en la Serra do Caldeirão, (sota
CT/AL-002), una pequeña montaña en el Algarbe, al sur de Portugal. Me llega con una señal bastante baja y él tiene dificultades para escucharme, pero podemos completar el QSO. Así el último contacto es de cumbre a cumbre. Apago la emisora y recojo equipo y antena.
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Recogiendo los equipos. Bonito mar de nubes detrás. |
Antes de descender hago unas llamadas más con el talky en la banda de dos metros. Me contesta Marco,
EA1SB, desde León. A continuación me contesta también EA1MB, en Gijón. Nadie más responde a mis llamadas. En total he podido hacer 18 comunicados: tres en la banda de 2 metros, el resto en telegrafía en hf. ¡Objetivo conseguido! Con todo recogido emprendemos el descenso. Al poco escucho un momento a Agustín, EA1AV por un R2. Pero no consigo que me escuche. ¡Una pena!
El descenso es rápido, pero tiene que ser cuidadoso. Un traspié en esta zona puede suponer un accidente serio. En 40 minutos estamos en el Collado Ronzón, donde nos espera Javier. A todo esto, por el este se ha metido un mar de nubes que cubre todo el territorio asturiano. No podemos regresar por el camino que hicimos a la ida, porque la niebla hará difícil orientarse y por lo largo del mismo. Desde lo alto hemos visto claramente el pueblo de Pinos, donde tenemos el coche. Y sabemos que se puede llegar por el oeste hasta allí.
Emprendemos el descenso directo hacia el pueblo. En muchos tramos no hay un camino claro, pero guiados por el GPS vamos descendiendo a buen ritmo. En poco más de dos horas, desde la cumbre, llegamos al coche. El descenso ha sido muy cansado, pero estamos contentos de haber hecho una de las cumbres emblemáticas de León.
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