En la cumbre, con el Espigüete al fondo. |
Sobre la barandilla del refugio sujeto la caña que soporta la antena. Con ayuda de los compañeros la antena queda instalada rápidamente. Las primeras llamadas son en la banda de 20 metros. Pronto consigo el primer QSO con 5P1CC, un indicativo poco habitual de Dinamarca. Enseguida se forma el típico lío de europeos llamando todos a la vez. Entre el jaleo distingo un ...EX. Le doy paso porque sospecho que llama desde Estados Unidos. Efectivamente es Richard, N4EX, desde Carolina del Norte. Entre los corresponsales hay otros dos americanos: K4DY, Leslie, también en Carolina del Norte y AC1Z, Robert, en New Hampshire. Los dos con buenas señales. Tras 25 minutos y 19 QSO en la banda de 20 metros, paso a la de 40.
La antena instalada sobre el refugio del Coscollorudo |
Preparando el equipo. |
Entre tanto Agustín llama con el talky en la banda de 2 metros. Tras varias llamadas en directo y por repetidores, el único que contesta es su hijo Javier, EA1AFB, que estaba avisado. Son algo más de las dos de la tarde cuando no tengo respuesta a mis llamadas. Es hora de parar y comer algo.
Mientras, Agustín se anima a llamar con el micrófono en la banda de 40 metros. Está un buen rato llamando y nadie le contesta. Estamos saliendo con poca potencia y es fin de semana, así que hay mucho jaleo en las bandas. Definitivamente Agustín no tiene hoy suerte en la radio. En total hemos podido completar 38 comunicados. No está mal.
Tras reponer fuerzas decidimos recoger todo. Se supone que por la tarde puede llover. Queremos regresar con tiempo y hacer un poco de turismo por la zona de Riaño que mis acompañantes apenas conocen.
El descenso es más rápido y cómodo. Por el camino encontramos "restos orgánicos" de animales. Pensamos que pueden ser de oso pardo. El sol sale entre las nubes. La tarde queda estupenda, pero empieza a soplar algo de viento. En el viaje de vuelta paramos un momento en el Puerto del Pando para estudiar el camino hasta el sota del mismo nombre. El camino está bastante cerrado de vegetación. Quizá para el verano...
Pasamos por Boca de Huérgano camino de Riaño. Las montañas a contraluz en el horizonte aparecen imponentes. ¡Quedan tantas por subir! Paramos en el pueblo para tomar un refresco. La conversación con el dueño sobre la caza y los animales resulta muy agradable. Efectivamente hay osos por estas tierras. Volveremos por aquí, hay cumbres interesantes pendientes de activación.
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