jueves, 21 de noviembre de 2013

Cerro Becerril, un SOTA escarchado

Antes de fin de año tengo que gastar algún día de vacaciones que me queda, así que decidí tomarme un descanso ayer miércoles para hacer una excursión sota. Busqué un día sin compromisos y con buenas previsiones meteorológicas. Por si acaso busqué un pico en la zona media de la provincia, evitando las nieves del norte. Así que me decidí por el Cerro Becerril, de 1.865 metros de altura y con referencia sota EA1/LE-080.

El Cerro Becerril escarchado. El viento viene por la izquierda
De las posibilidades de ascensión a esta cima escogí la que me pareció más sencilla y fácil: desde Pobladura de la Sierra. Pobladura de la Sierra es un pequeño pueblo de la Maragatería. Pero del final del todo de la comarca. Allí se acaba la carretera, una carretera estrecha y tortuosa. Está a menos de 100 kilómetros de la ciudad de León y sin embargo se tarda más de una hora en llegar.

Parque eólico en primer plano. Al fondo la Sierra del Teleno escarchada.
Una vez en el pueblo, preparé todos los pertrechos y poco después de las once de la mañana empecé a caminar. La ascensión se inicia al lado del cementerio del pueblo y sube poco a poco hasta el collado de Piedrafita. Este tramo es muy sencillo y cómodo. Ahora me encuentro en medio de un parque eólico. Un cartel advierte de algunos peligros de permanecer cerca de los aerogeneradores. Entre entre los avisos, uno indica que puede caer hielo.

La verdad es que hace bastante frío. Las previsiones indicaban temperatura de unos tres grados, pero a medida que voy subiendo la temperatura baja más. La Sierra del Teleno tiene un bonito color blanco, como de nieve espolvoreada. A medida que voy subiendo me voy encontrando con plantas de color blanco. El viento húmedo y frío que viene del Bierzo se congela sobre las plantas y las piedras formando escarcha y dejando un paisaje precioso. Ese es el motivo del color de las montañas. El suelo está seco, pero la vegetación está "escarchada". Los aerogeneradores también tienen hielo en sus palas, en el lado que va cortando el aire. El aerogenerador más alto está congelado casi en su totalidad: palas y la torre. Después me he enterado que este fenómeno recibe el nombre de cencellada.

Este hito congelado es el punto más alto. En el horizonte (sigue el camino) el vértice que marca el Cerro Becerril
Al llegar al punto más alto me llevo dos sorpresas. Hay un hito formado con piedras que está totalmente lleno de hielo por el lado oeste, por donde viene el viento. Por otro lado compruebo que el vértice que marca la cima del Cerro Becerril está a unos doscientos metros de distancia, pero ¡más abajo! Lo verifico en el mapa. Efectivamente el punto donde me encuentro tiene una altura de 1.872 metros, mientras que el Cerro Becerril, que está marcado por un vértice geodésico tiene una altura de 1.865 metros. Como lo previsto es activar el vértice, sigo el camino hasta el punto previsto.

El día está bastante despejado, sopla un ligero viento, pero en cuanto me quito los guantes, las manos se me congelan. Monto la caña sobre el vértice, instalo las antenas y busco un lugar para sentarme. A la segunda llamada en la banda de 20 metros me contesta el incondicional Roy, G4SSH. A continuación se forma el típico pile-up, no muy numeroso, pero bastante entretenido. Los corresponsales son los habituales europeos. Ya voy teniendo cierta práctica con los pile-up y escucho un indicativo que empieza por N. ¡Un americano! Le doy paso. Por esta vez los demás se callan. Es N7UN, Guy, desde Nueva Jersey. ¡El único corresponsal nuevo del día! Al poco también me llama Richard, N4EX, desde Carolina del Norte. Ya es un viejo conocido. Cuando ya nadie me llama, me despido y apago. He completado 31 contacto en telegrafía. Estoy empezando a quedarme helado.

Las antenas sobre el vértice geodésico.
Pero quiero probar suerte en la banda de 50 Mhz. Conecto la antena y exploro la banda. No se escucha nada. Hago unas llamadas en 50.102 y 50.110 y nadie responde. Dejo el equipo a la escucha y llamo por el repetidor R3 de León en VHF. Me responde mi amigo Agustín EA1AV. Me escucha también en directo. Completamos el QSO con cierta dificultad y salen otro dos colegas de León, EA1NY, Víctor y EA1IC, Rubén. Como no hay más corresponsales y ya no aguanto más el frío, apago todo y recojo el equipo. La maniobra lleva su tiempo y hay que quitarse los guantes para algunas operaciones. Tardo casi media hora en tener la mochila lista.

Vegetación escarchada a media ladera. ¡Y eso que le da el sol!
Empiezo el descenso buscando un lugar al sol y donde no sople nada de viento. Necesito entrar en calor. Unos doscientos metros más abajo, al lado de un aerogenerador, paro a hacer la comida principal, porque estoy hambriento. Prosigo el descenso sin más incidencias que cruzarme con un par de corzos que pasan corriendo. Poco a poco voy entrando en calor. Llego al coche a la hora prevista y contento de un día de radio y montaña que ha valido la pena.

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