domingo, 19 de noviembre de 2017

Llerenes al segundo intento

Hace casi un mes intenté subir el pico Llerenes con mi amigo Javier. Llegamos hasta la llamada Collada de Anciles. Desde allí intentamos ascender directamente el pico desde su cara este. Pero nos fue imposible: todo eran peñas imponentes que nos cerraban el paso. Se nos hizo tarde y tuvimos que desistir. En la bajada observamos que el camino correcto hubiera sido subir el pico por su ladera oeste. Quedó para otra ocasión.

Esta semana he pedido un día libre en el trabajo y, con la lección bien aprendida, he conseguido esta vez el objetivo. El pico Llerenes está situado encima el pueblo de Salamón, muy cerca de Riaño. Su altura es de 1.895 metros y tiene referencia sota EA1/LE-076. En esta ocasión no encontré acompañante. El camino empezó al final del pueblo con una temperatura algo inferior a los cero grados.
Pico Llerenes al inicio del camino. En el primer intento.
La subida es toda muy fuerte. En poca distancia subes hasta la cumbre. Al inicio, entre las sombras de las montañas, tenía que ir bien abrigado, hacía mucho frío. Ya a media ladera llegué a la zona soleada. Aquí ya pude quitarme algo de abrigo. Cerca ya de la collada giro hacia el oeste, buscando el paso apropiado para alcanzar la cumbre. La pendiente sigue siendo muy fuerte, hay que avanzar muy despacio.

En la parte alta de las montañas hay algunos neveros. Estos días ha caído algo de nieve. En un nevero de estos descubro huellas de pezuñas. Supongo que son de rebecos.
Huellas de pezuñas.
Tras más de dos horas de ascensión llego a un collado con hierba desde el que se alcanza la cumbre rocosa ya muy cercana. Un rebeco me observa unos segundos y rápidamente desaparece. El tramo final hasta la cima es una formación rocosa con neveros y abundantes grietas. Hay que avanzar con cuidado. Ya en la cumbre descubro un paisaje impresionante: el embalse de Riaño muy mermado; las Peñas Pintas muy cerca; al este la pirámide del Espigüete; más al norte Picos de Europa; cerca el Yordas; al oeste el macizo del Mampodre; al sur algunos montes, entre ellos la Camperona con sus antenas. Las cumbres con algo de nieve y el cielo totalmente azul completan el paisaje.
Panorámica del Llerenes con Picos de Europa y el Espigüete en el horizonte.
La cumbre tiene una zona más o meno plana donde es fácil instalarse. Incrusto la caña entre una grieta y la afianzo con cuerdas. Despliego la antena y empiezo a llamar en la banda de 20 metros. Curiosamente la primera respuesta llega desde Estados Unidos: N1GB, George, desde el estado de Vermont. Sus señales son buenas. ¡Buen comienzo! Enseguida me responde también Agustín, EA1AV, que también pone buenas señales desde León. Enseguida me llama Juerg, HB9BIN, desde otra cumbre en Francia. Es uno de los activadores sota más conocidos del mundo.

A partir de aquí viene el gran lío. Un montón de estaciones de toda Europa llamando a la vez. Se hace difícil identificar un indicativo entre tanto pitido. Algunos que llegan más fuertes o que ya conozco hacen más fácil manejar el "pile-up". Ya voy consiguiendo cierta experiencia y cuando doy un indicativo incompleto suelen callarse los demás.
El adaptador de impedancia de la antena. Al fondo el Mampodre con algo de nieve.
En media hora completo 28 QSO en la banda de 20 metros. Entre los corresponsales hay otro americano: AC1Z, Robert, Robert, desde New Hampshire, que pone muy buenas señales. También hay un ruso: RW3XZ, Alexei, cerca de Moscú. También contestan otros dos europeos desde distintas cumbres. Son casi las dos y media y es hora de comer. Paro un rato.

Después de tomarme el bocadillo llamo en la banda de dos metros. Me contesta Agustín, EA1AV, que apuntando su antena directiva consigue hacer el comunicado en directo. Nadie más me escucha. Me pongo ahora en la banda de 40 metros, en telegrafía. De nuevo me contesta Augustín. Después van llamando distintos colegas de toda España, de Reino Unido, Italia, Alemania. en quince minutos consigo doce QSO. Aquí hay menos jaleo.

Tengo intención de empezar el descenso a eso de las cuatro de la tarde. Me queda media hora. Estoy en un municipio que nadie ha activado. Así que decido probar un rato en la banda de 40 metros en modo voz. Bastantes corresponsales de España pueden estar interesados en contactarme. Busco un hueco y me pongo a llamar.
La instalación en la cumbre. Al fondo Picos de Europa.
Pronto empiezan a contestarme desde toda España: Levante,  Cataluña, Andalucía... Incluso desde Canarias. En fonía los comunicados son más rápidos y fáciles. Estoy entretenido, pero en ningún momento apurado. Algún corresponsal me dice que sale también en QRP, con 5 vatios como mucho. Estoy media hora atendiendo a los que me llaman. En total completo 41 QSO en fonía. Esperaba más jaleo. Es hora de recoger. Antes de apagar el equipo veo que hay un galés en otra cumbre de Reino Unido. En un par de llamadas podemos completar el comunicado. Otro sota en el bote. Contando todo completé 71 comunicados. Algunos repitiendo corresponsal en varias bandas.

Recojo todo el equipamiento. A las cuatro en punto empiezo el descenso. En la zona de rocas y nieve hay que ir con cuidado. En cuanto llego a la zona de vegetación el descenso es más rápido. La pendiente es muy fuerte y no hay peligro. La bajada es larga y el camino claro. Voy muy rápido. Pero descender así es agotador. Hago pocas paradas. En total tardo una hora y diez minutos en llegar al coche. Después lo he pagado con unas agujetas muy fuertes. En cualquier caso ha sido un día bien aprovechado y magnifico. ¡Ha valido la pena!

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