martes, 3 de noviembre de 2020

Sota Montemoro

 El primer día de noviembre me decido a hacer una excursión sota. Antes de que nos vuelvan a confinar de alguna manera, hay que aprovechar las oportunidades de salir al campo y hacer radio. Esta vez mi objetivo es Montemoro, una cima de 1551 metros que ya conozco, una ascensión muy sencilla por una pista forestal desde el pueblo de Corniero. Su referencia sota es EA1/LE-260.

Otoño en Corniero

La previsión del tiempo es que no lloverá y apenas habrá viento, aunque habrá abundantes nubes. Estemos en pleno otoño así que los árboles estarán con un colorido muy especial. El pueblo de Corniero es muy pequeño con calles muy estrechas. No es fácil encontrar donde aparcar. Al lado de la iglesia encuentro un lugar perfecto. Allí mismo empieza el camino.

Todo el recorrido se hace por una pista forestal que sube hasta las estaciones de radio que tenemos en Montemoro. No hay más que tomar esta pista y no tomar ningún desvío, que los hay. La pista discurre al principio entre abundantes robles. El suelo está sembrado de hojas amarillas y rojas. De vez en cuando paro para hacer fotos. Los colores de otoño son espectaculares.

Inicio del camino

A medida que se asciende los árboles van cambiando. Se va viendo algo de paisaje. Las nubes cubren todas las cumbres cercanas. Los valles presentan colores vedes y ocres que entre la niebla tienen un aspecto fantasmal, apropiado para las fechas. No hay viento y la temperatura es suave.

Llega un momento en que desaparecen los árboles y queda un monte de piornos. Esto permite ver un poco más de paisaje. Las nubes impiden ver de lejos. El norte, la zona de montañas más altas, está totalmente oculto entre las nubes.

Paisaje con las cumbres entre las nubes

En la zona alta la pendiente es muy suave, se avanza casi sin esfuerzo. Ya cerca de la cumbre volvemos a encontrar árboles. Esta vez son, sobre todo, pinos y abedules. De pronto aparece entre ellos mi objetivo. Hay dos grandes torres de telefonía móvil.
Montemoro a la vista. A la izquierda pinos, a la derecha abedules

Llego a la cima. Toda la cumbre está ocupada por las estaciones base. Además en el talky se aprecian interferencias. Hay mucha radiofrecuencia aquí. Me aparto unos cien metros hacia el sur, entre rocas y piornos. Hay un buen lugar para instalarse. Una roca casi plana y un saliente donde sujetar la caña para la antena. Ahora las nubes van cubriendo todo el paisaje. No hay nada que contemplar. Hay que moverse con precaución en este terreno, un tropiezo puede provocar un accidente leve, pero un percance. Me lleva un tiempo instalar todo.
Todo instalado en la cima de Montemoro

A eso de la una y media empiezo a llamar en la banda de 20 metros. El primero en contestar el S52MZ, Marijan, en Eslovenia. Pronto se forma un lío de gente llamando desde toda Europa. Hoy la propagación parece que está bien. Me llegan con buenas señales, aunque con desvanecimiento y parece que me reciben más bien flojo. Uno de los primeros corresponsales es HB9AFI/P, Kurt, desde la Montagne du Château, una cumbre Suiza. ¡Ya tengo mi primer QSO de sota a sota de la jornada!

La cosa está muy animada, con corresponsales llamando continuamente. Uno de ellos es AC1Z, Robert, desde New Hampshire, USA, un sotero muy activo. Llega con señales muy fuertes. ¡Y me pasa un 559! En un momento de menos jaleo escucho a EA7GV, José, que llega con señales flojas y extrañas desde Granada. Él me pasa un 519, pero podemos completar el QSO. El siguiente es también un americano, AB4PP, John, desde Carolina del Norte. Él llega bien, pero me pasa un 529. Curioso el contraste de señales y distancias en tan poco tiempo.

Distintas antenas en la cima de Montemoro

A eso de las dos y cuarto me quedo sin corresponsales. Llevo 36 QSO en 20 metros. La niebla ha cubierto la cumbre y tengo que abrigarme un poco más. Es momento de parar y comer. Antes hago una llamada en la banda de 2 metros con el talky. Me contesta, cómo no, EA1IC, Rubén. Nadie más es capaz de escucharme desde aquí. Paro a comer. Hoy no tengo ninguna prisa.

Tras reponer fuerzas me pongo en la banda de 40 metros. A las primeras llamadas me responde EA7KGC/P. Por lo que veo, José Francisco, por ahora solo activa en portable y QRP. Efectivamente sus señales son flojas. El siguiente es el gran cazador de sotas Manuel, EA2DT, siempre atento a todas las activaciones desde Pamplona. En esta banda hay menos jaleo que en la de 20 metros, pero tengo bastantes corresponsales. Muchos franceses, pero también de toda Europa y no demasiados españoles. Entre estos escucho a Agustín, EA1AV, que llega bien desde el pueblo. En la banda de 20 metros le escuché fugazmente, pero no pudimos completar el comunicado. Tras 25 minutos me quedo sin corresponsales. Antes de cambiar de banda busco activadores. Encuentro a HB9CBR/P, Bruno, en una cumbre suiza: HB/OW-018, a más de 1900 metros de altura. Completamos QSO sin problemas.

El SW-3B en la cumbre. Una buena adquisición

Hoy he instalado una antena suplementaria para la banda de 30 metros. El dipolo habitual cortado para la banda de 40 metros me sirve también para la de 20 metros, pero no para la de 30. Y el acoplador me acopla entre los 7 y los 14 MHz. Así que hoy pruebo una banda que solo he activado una vez y que no me gustó por el ruido. En esta ocasión encuentro la banda bastante limpia. No tengo ruidos en ninguna de las bandas probadas, a pesar de estar tan cerca de instalaciones de radio.

Mi primer QSO es de nuevo con HB9CBR/P. Después llamo y me van contestando de distintos lugares de Europa, pero sin aglomeraciones, de uno en uno y con llamadas para buscar corresponsales. El último QSO es con DL7CX, Olaf, en Alemania. Son las tres y media de la tarde, llevo 61 QSO en total. Es hora de recoger.

A última hora las nubes han bajado más

Tras la laboriosa recogida, con terreno malo y una antena más de lo habitual, emprendo el descenso. La subida me llevó casi hora y media de camino tranquilo. El descenso será más rápido. Ahora el cielo está totalmente encapotado. Las nubes han bajado más, a mi lado pasan girones finos de niebla.

El descenso no tiene más historia. Aunque sea en este ambiente más bien tristón, se agradece salir al campo. Al llegar al pueblo exploro el camino para una futura ascensión a LE-256, el Otero. Parece factible. A ver si no hay sorpresa. La de hoy ha sido mi cumbre número 160.

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