sábado, 27 de julio de 2024

Bodón 2024

 Aprovechando mi estancia en Valdelugueros para atender el campamento, la tarde del cambio de turno, me acerqué hasta el pueblo de Llamazares para ascender y activar por segunda vez el pico Bodón. Su referencia sota es EA1/LE-068 y tiene una altura de 1957 metros. Lo había subido en marzo de 2012 desde Valverde de Curueño. Una activación que recuerdo muy bien. Esta vez voy a subir desde Llamazares, el punto de acceso más habitual para esta cumbre.

El Bodón desde el campamento. La cumbre domina todo el valle

Esta montaña la he subido varias veces por distintos recorridos. Pero hace bastantes años que no la subo. En internet veo comentarios que indican que el recorrido no está bien marcado y que es fácil perder la senda. Sé que es conveniente subir y bajar este pico por los caminos marcados. Salir de ellos puede dificultar mucho la marcha y conozco algún amigo que lo ha pasado mal. Para mí es una cumbre conocida, pero que requiere cierta dosis de prudencia.

En medio del pueblo de Llamazares hay una fuente desde la que parte una pista que, pasando al lado del cementerio, asciende la montaña hacia el sur. En su momento servía de paso hasta el pueblo de Genicera. La pista está en muy buen estado. Casi un kilómetro después del inicio hay un desvío hacia el este. De todas formas, tomo un atajo sencillo. La pista avanza ahora a cierta altura por la ladera norte hacia el este. Paso cerca de una nave ganadera. Poco después veo que arranca una senda que asciende por la ladera. Tomo esa senda. Espero que sea la correcta.

Pista que avanza hacia el este. El Bodón al fondo

La senda que tomo asciende poco a poco por la ladera dirigiéndose hacia mi objetivo. Entro en zona de matorrales y de árboles. Al poco tiempo quedo con la impresión de que he tomado una senda equivocada. En todo caso, estoy seguro que llegaré por aquí a la senda correcta. En efecto, al cabo de un rato de caminar veo que por la izquierda llega otra senda desde la pista inicial. Poco después veo que hay hitos que van marcando el camino. Ahora sí que estoy en la senda correcta. 

La senda está bien marcada, el objetivo a la vista

El camino por el que avanzo, apenas sube por la ladera. Más bien, avanza sin apenas pendiente, pero me va acercando a mi objetivo. Las laderas están verdes, la hierba crecida, las matas abundantes. Camino sin dificultad y con poco esfuerzo. De vez en cuando encuentro hitos que me indican que el camino es el correcto. La última vez que subí este pico, sin emisora, la senda ascendía por la ladera. Esta vez apenas asciende, pero es evidente que el camino es el correcto.

Un hayedo llega hasta el pie de la cumbre

De vez en cuando atravieso un pequeño bosque. Hay hayas y pinos. Pero pronto salgo de nuevo a terreno despejado. Tras aproximadamente una hora de camino, entro en un hayedo un poco más grande. Dentro del hayedo en ocasiones la senda casi desaparece, y la pendiente es un poco más fuerte. En todo caso, no se pierde el camino, bien porque hay senda, bien porque hay hitos. Estoy ya muy cerca de la base del pico.

Al salir del hayedo, me encuentro en el valle que sube directo a la cumbre. En lo alto del valle está La Cuevona, una formación en forma de cueva con la boca muy grande, muy característica de esta cumbre. La pendiente es muy fuerte y el valle está cerrado al este y al oeste por paredes rocosas. Hay una senda bien marcada que asciende. Me quedan unos 600 metros para la cumbre. Serán dos horas de ascenso bastante esforzado.

Una vista del valle por que se asciende directo a la cumbre

Voy bien de tiempo. A los pocos minutos de iniciar el ascenso por este valle, me encuentro con un grupo de 12 o 15 personas, más o menos de mi edad, que descienden de la cumbre. Nos saludamos. Una vez más preguntan por la caña alta que sobresale de mi mochila. Breves explicaciones y seguimos el camino. Ellos para abajo, yo para arriba.

La pendiente, como digo, es muy fuerte. Avanzo con lentitud, pero con pocas pausas. Voy ganando altura y el paisaje se va ampliando. El cielo tiene unas pocas nubes que apenas tapan el sol, la atmósfera está muy limpia y se pueden ver las montañas lejanas sin ninguna dificultad.

Ascendiendo hacia el Bodón. Pendiente muy fuerte. Montañas al norte

A medida que asciendo, me voy acercando a La Cuevona. Es una meta apetecible, porque está al pie de la cima. Desde allí hasta la cumbre del Bodón quedará menos de media hora de esfuerzo final.

Muy cerca de La Cuevona. A la izquierda la cumbre. Foto del descenso

En los alrededores de La Cuevona, encuentro muchas sendas que se van cruzando. Todas llevan al objetivo, pero ninguna de ellas parece la mejor. Sigo el ascenso por donde me parece más sencillo. Dejo La Cuevona a mi derecha y sigo hasta el collado que me permite ver al sur Valdeteja y Valverde de Curueño. Ya me queda solo la pendiente final.

Última rampa hasta la cumbre

Parece poco, pero son otros 12 o 15 minutos de ascenso esforzado hasta alcanzar la cumbre. Arriba hay un vértice geodésico nunca activado como tal. Las vistas son impresionantes. Y más hoy, que el horizonte está totalmente despejado y la atmósfera muy transparente.

Al este, en la distancia se aprecian el Espigüete, de Palencia o los Picos de Europa. Más cerca destaca Peña Forcada y detrás veo el agua del embalse del Porma. Al norte el valle del Curueño, no muy lejos el campamento. Más lejos las cumbres del Agujas y de la estación de esquí de San Isidro. Hacia el oeste, el valle de Llamazares, el Brañacaballo y diversas cumbres a su alrededor. Se vislumbra alguna nube que puede llegar por el puerto de Pajares. Al sur la collada de Valdeteja y detrás el Correcillas. Un poco más a la izquierda Peña Valdorria y el Cueto Ancino. Impresionante paisaje.

Panorámica completa desde el pico Bodón

Son poco más de las cinco de la tarde. He subido en dos horas y media escasas. Todo según mi previsión. Hechas las primeras fotos, instalo todos los instrumentos de emisión. Fijo la caña sobre el vértice geodésico y empiezo en la banda de 20 metros. Hoy hay un concurso y las bandas están llenas. Localizo una frecuencia libre, o eso creía yo, y empiezo a llamar. La primera respuesta viene de un belga en Italia: I/OE7PHI, Hans, un sotero habitual. Después me van llamando de toda Europa: Alemania, Inglaterra, Chequia... 
Vista hacia el este al llegar a la cumbre

La propagación no está muy bien, y el concurso molesta bastante. Entre los corresponsales escucho con dificultad a José, EA7GV, desde Granada. A los pocos minutos recibo un mensaje suyo informándome de que estoy llamando en la misma frecuencia que un chino que participa en el concurso. Busco otra frecuencia libre. Ahora molesta menos el concurso. Entre los corresponsales tengo a dos de mi ciudad que están pendientes de mi actividad: Miguel, EB1Y y Marco EA1S.
La emisora y la antena en la cumbre del Bodón

Al cabo de un rato no tengo muchas respuestas, pero el tiempo pasa. Es hora de cambiar de banda. Me voy a los 40 metros. Aquí el concurso molesta menos. A las primeras llamadas me responde de nuevo José, EA7GV. Esta vez llega muy fuerte, aunque él me pasa un 529. También tengo alguna respuesta de Francia o Bélgica. Pronto consigo un QSO de cumbre a cumbre: EA2WX/P, Marcial, desde una cumbre de La Rioja. El tiempo pasa y no hay mucho más. Es hora de retirarse.
Desde la cumbre veo el pueblo de Lugueros. Más allá se intuye el campamento

Apago la emisora de HF, pero, antes de recoger aviso y hago unas llamadas en la banda de 2 metros. Pronto me responden varios colegas desde León: EB1Y, Miguel; EA1TV, José-Karlos; EA1IC, Rubén y de nuevo EA1S, Marco. Sin más respuestas, acabo la recogida y emprendo el descenso. Son cerca de las siete de la tarde.

La bajada es más rápida que la subida. Pero se nota el cansancio. La pendiente es muy fuerte durante la mitad del recorrido. No voy mal de fuerzas, pero no es cómodo un descenso tan prolongado y con tanta pendiente. Paso de nuevo ante La Cuevona. Voy buscando la mejor senda. Pero no es fácil localizarla. Se van entrecruzando diversas sendas, algunas ya casi perdidas. Un poco más abajo, ya encuentro la senda de ascenso y desde aquí el camino está más claro.
Pasada La Cuevona. La luna a su derecha. Las sombras se van alargando

Durante el descenso veo la luna sobre las montañas. Una pena no tener un buen teleobjetivo. De todas formas, en la foto se aprecia el conjunto. El descenso se hace largo, porque es mucho desnivel. Tras aproximadamente una hora bajando, llego al punto donde la senda se desvía entrando en el hayedo. Ahora camino con una pendiente muy suave y es más cómodo el avance. Sobrepaso el hayedo y entro de nuevo en terreno de pastos y de monte bajo. Todo está verde alrededor. La luz de la tarde hace más bonito el paisaje.
Vista atrás durante el regreso. Paisaje verde y luz apropiada para la fotografía

El avance se ahora rápido. A medida que me acerco al punto de partida me voy fijando en no desviarme de la senda marcada y de los hitos. Tengo que encontrar el punto correcto para tomar la senda. En un determinado momento la senda cambia de dirección hacia el norte, descendiendo. Poco después llego a la pista por la que inicié el ascenso, pero un poco más al este de donde yo tomé el desvío. Al llegar a la pista encuentro un cartel que indica claramente dónde se inicia la senda de ascenso al Bodón:
Inicio de la senda bien indicado

¡Me precipité en la ida! Sigo la pista hacia Llamazares. No hay posible pérdida ahora. Sigo la pista sin tomar atajos. En media hora estoy en el coche. ¡He vuelto al mítico Bodón y he regresado sin dificultad! El esfuerzo ha sido importante. Pero ha valido ampliamente la pena.

La activación terminó con solo 23 comunicados: 13 en la banda de 20 metros, 6 en la de 40 metros y cuatro más en la de dos metros. El mapa de QSO:

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