miércoles, 2 de septiembre de 2020

Sota Peña La Verde

 Por diversas circunstancias estuve el fin de semana en el valle del río Curueño. El sábado llovió bastante, pero para el domingo estaba previsto buen tiempo a partir de media mañana. Confiando en el tiempo y en no tener compromisos planeé subir Peña la Verde el domingo. La Verde es una montaña muy curiosa con 1672 metros de altura y con referencia sota EA1/LE-253. Es una de las cimas habilitadas desde mayo pasado. Lo de montaña curiosa viene por su forma. En agosto había tenido oportunidad de verla desde Cueto Ancino que está al lado y es ligeramente más alto. Desde allí se aprecia bien que está formada por unos estratos situados en forma casi vertical. En su conjunto, la montaña está formada por tres cumbres con una depresión de pastos en medio. La Verde, situada al sureste es la cumbre más alta. Una foto del conjunto:

Peña la Verde vista desde Cueto Ancino

Como no tengo prisa, empiezo a caminar a eso de la una de la tarde desde el pueblo de Valdeteja. El camino empieza en una pista agrícola que parte hacia el sur. Después de recorrer unos 300 metros se llega a una nave agrícola. Aquí termina la pista. Detrás de esta nave baja un arroyo escaso pero de agua muy limpia. Cruzando el arroyo se aprecia un antiguo camino casi perdido. Este viejo camino debía comunicar en otro tiempo Valdeteja con las hoces del mismo nombre por las que discurre el río Curueño en una garganta bastante estrecha por la que cruza la carretera que nos trae aquí desde La Vecilla. En algún tiempo este camino debió ser bastante usado porque, por su aspecto, estaba muy bien acabado. Ahora, en los primeros tramos está invadido por la vegetación y hay que bordearlo en algunos puntos por ser imposible de transitar.
El antiguo camino en un tramo transitable

Pasados los primeros 300 metros, la vegetación da paso a praderas de hierba y el camino vuelve a ser transitable. Ahora prácticamente nadie lo usa y está poco pisado. En todo caso hay que seguir adelante hacia lo alto del collado. En todo momento se observa por dónde transcurría la senda. Sin dificultad se llega al collado que está a casi 1400 metros de altura y nos deja al pie de la zona rocosa que nos llevará a la cima. No lo recorrí nunca, pero desde este punto hasta las hoces, parece que el camino está en buen estado y puede ser un recorrido bonito.

Ahora tengo ante mí la mole rocosa de Peña la Verde. Hay que buscar un camino de ascenso. Me decido por un hilo de vegetación que sale frente a mí entre las rocas y que avanza un poco hacia la izquierda. Parece el camino más sencillo.
Peña la Verde desde el collado. La flecha marca mi camino de ascenso

Empiezo la ascensión por el camino elegido. Pronto advierto que mi elección es correcta, encuentro varios hitos que van marcando el camino. Son hitos grandes, bien puestos y cercanos entre sí. Casi siempre desde un hito se puede ver el siguiente. Además la roca está pisada. ¡Y yo que pensé que esta era una montaña anónima!
Abundantes hitos y un camino pisado marcan bien la ascensión

La pendiente es fuerte y hay abundantes rocas y piedras sueltas. Con frecuencia el camino marcado hace quiebros a derecha e izquierda. Aunque el recorrido no es trivial, no hay ningún paso peligroso. Desde luego, si el camino no estuviese marcado hubiera sido difícil hacer la ascensión sin problemas. Sería fácil encontrar pasos cerrados o tramos que no llevan a ninguna parte. Una idea clara en la montaña: si hay un camino marcado no vayas por otro sitio; solo encontrarás problemas.

En algunos puntos tengo que detenerme para localizar el siguiente hito. Bien por un cambio de dirección, bien porque el siguiente hito no está tan cerca como es habitual. Tras aproximadamente tres cuarto de hora de ascensión entre las rocas, llego a una zona de hierba. Tengo ante mí un paisaje curioso: una depresión entre las rocas, cubierta de hierba abundante, con un fondo cerrado. A la derecha una prominencia rocosa es mi objetivo: Peña la Verde.
Valle cerrado que lleva a Peña la Verde

Ahora desaparecen los hitos que me marcan el camino. Sigo por la cresta rocosa hacia la cima más alta. No compensa bajar al fondo del valle que está a unos 50 metros más abajo. No hay ninguna dificultad en avanzar por esta cresta. Pronto vuelvo a ver un camino pisado por los montañeros y las cabras. Paso al lado de algunas dolinas, agujeros más o menos profundos en el suelo; en ocasiones bastante extensos. Son las dos y media. Antes de llegar a la cima paro para comer algo. No conviene quedarse sin fuerzas.

Tras una comida rápida vuelvo al camino. En poco más de diez minutos estoy en la cima. Es una cumbre alargada y rocosa con tramos de hierba. Tengo en frente la mole de Cueto Ancino. Por su lado sur se aprecian los sedimentos casi verticales que se prolongan en la cumbre que estoy pisando. Curiosamente entre las dos cumbres discurre el río Curueño que ha cortado los estratos profundamente. Al sur tengo la cresta de Peña Valdorria con cimas por encima de los 1900 metros. Detrás de ella está la meseta y León. Al norte tengo el Pico Bodón y delante de él Sopeñallana, otra sota pendiente.
En frente está Cueto Ancino, con sus estratos casi verticales al sur

Unas horas antes ha llovido. Al menos, más al norte. Hacia el norte tengo abundantes nubes, incluso oscuras, que amenazan lluvia. Al sur está mucho más despejado, con nubes más claras. El día está fresco, ideal para caminar por el monte. En la cumbre tengo que abrigarme un poco, pero al sol se está bien.
Panorámica desde Peña la Verde

Estoy un rato dilucidando cómo instalar la antena. Entre las rocas no encentro un lugar sencillo. Finalmente pongo unas piquetas en la hierba y unas cuerdas para sujetar la caña. Queda muy chulo en lo alto de la montaña.
La antena en una zona de hierba sujeta con cuerdas

Una vez desplegada la antena preparo la emisora y me pongo en la banda de 20 metros. A las primeras llamadas me responde OZ8SW, Steen, desde Dinamarca. Pronto empieza el jaleo: Chequia, Italia, Holanda, Suecia... Me contestan de toda Europa. Entre los primeros está una vez más Agustín, EA1AV, que me llega con buenas señales desde León. Hay momentos en que me llaman varios a la vez y otros en que me quedo solo llamando sin respuesta. En un momento de calma escucho a OK2MUF/P, Michal, desde la cumbre OK/OL-064, en República Checa. ¡Ya tengo un QSO de cumbre a cumbre! En media hora he conseguido 24 QSO.
El equipo en la cumbre

Paso ahora a la banda de 40 metros. A ver cómo se porta la banda. El primero que me responde, con señales bajas y desvanecimiento es Manuel, EA2DT, desde Pamplona. Después van respondiendo de Francia, Alemania, Italia, algún español. Las estaciones cercanas, España y Francia, ponen en general señales muy fuertes. También contesto de nuevo a Agustín, EA1AV. En esta banda no tengo mucho jaleo, entre un corresponsal y el siguiente es frecuente que tenga que llamar varias veces.
La conexión a la antena

Poco después de las cuatro y media contesto al último corresponsal: EA4WD, Juan Francisco, en Badajoz. Quiero empezar el descenso a eso de las cinco de la tarde y es hora de apagar. Mientras recojo miro el móvil. En un mensaje me comenta Agustín que quiere hacer una prueba en la banda de 2 metros. Será difícil escucharles porque tenemos en medio Peña Valdorria. Por si acaso hago unas llamadas con el talky. Mi sorpresa es que me contesta Rubén, EA1IC. Gracia a su magnífica situación llega a todas partes en esta banda. En algún momento escucho a Agustín, pero él no me recibe. No tengo más corresponsales. He completado en total 39 QSO.
Al sur tengo Peña Valdorria. Detrás, más lejos, está León

Mientras recojo, observo a un grupo de gente que asciende por la cresta rocosa que tengo frente a mí al norte. No parece un lugar muy apropiado para trepar.

Empiezo el descenso por el mismo recorrido de subida. Justo donde acaba la zona de hierba y empieza el descenso entre rocas, encuentro a los que subían por la cresta rocosa. Me dicen que han subido también desde Valdeteja y han seguido el camino marcado por los hitos. Supongo que alguien en el pueblo se ha ocupado de marcar diversas rutas por estas montañas. Mientras ellos esperan a los rezagados yo sigo mi descenso.

Lo que en la ascensión es sencillo, en la bajada se complica. Entre las rocas no es fácil distinguir ahora los hitos. En algún momento pierdo el camino, pero con ayuda del GPS y el sentido común pronto llego de nuevo a la senda correcta. Desciendo muy rápido y una vez llegado al collado no hay pérdida posible.
Sopeñallana, EA1/LE-248. ¡Habrá que subirlo algún día!

Los otros montañeros siguen una ruta diferente. Espero que no se pierdan. Cuando llego al pueblo les veo descender por otra ladera. Ya están en una zona que no tiene dificultad. Frente a mí, al norte, tengo el bloque rocoso de Sopeñallana, EA1/LE-248, La cima más alta es una aguja que no parece sencilla. Habrá que estudiarla para otra ocasión.

La excursión de hoy me ha resultado especialmente gratificante porque todo ha salido bien. Pero, sobre todo, por encontrar el camino bien marcado. No tenerlo marcado hubiera significado una dificultad mucho mayor. Así ha sido realmente sencillo. ¡Cómo se agradece la labor anónima de quien lo haya puesto! ¡Muchas gracias!

En todo caso, si alguien se anima a subir esta cumbre, además de los hitos que marcan el camino se puede ayudar de mi track. ¡Que para esto está!

Al llegar a casa compruebo que en los spots de sotawatch aparecía como que había activado la referencia sota EA1/LE/153, Llagarino. ¡Claramente un error! Pude comprobar el que error fue mío. Al anunciar mi propósito de activar la cumbre en Alers, cambié el primer dígito por un 1. En el móvil es fácil equivocarse. Anuncié en Reflector la equivocación. Lo siento.

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