martes, 18 de enero de 2022

SOTA Cutil de Fierro

El primer sábado de 2022 que me he encontrado con buen tiempo y sin compromisos, me he ido a la montaña para hacer mi primera activación sota del año. Es objetivo fue el Cutil de Fierro, de 1544 metros de altura y referencia sota EA1/LE-261. En realidad, es un monte elevado sobre una explotación de carbón a cielo abierto en proceso de cierre. La cima está totalmente explanada y libre de vegetación. Es una escombrera parcialmente rehabilitada. Hay dos caminos sencillos de ascensión: desde Orzonaga o desde Coladilla. Son dos poblaciones al este de la cima. Elegí Coladilla por ser un recorrido más corto y con un poco menos de desnivel. A cambio es ladera norte, que en invierno no recibe el sol y, por tanto, muy fría. Casi me arrepiento.

El Cutil de Fierro: zona explanada. Hay una mancha de nieve, sobre ella una enorme piedra

Cuando llego a Coladilla es mediodía. A pesar de estar al sol de enero, la temperatura que marca el coche es de -2ºC. Desde la parte oeste del pueblo parte una pista amplia que va ascendiendo hacia mi destino. Al inicio de la ruta hay algunos charcos totalmente congelados. Tengo que pasar con cuidado. Enseguida entro en la sombra de la montaña. Todo el camino y el paisaje cercano está completamente escarchado. Muy bonito, pero muy, muy frío. A pesar de caminar cuesta arriba y de ir con cuatro capas de abrigo y guantes, paso algo de frío.
La pista totalmente helada. El Cutil está tras el árbol deshojado

La pendiente no es fuerte, salvo algunos tramos cortos. A medida que voy tomando altura, en momentos breves, me llega algo de sol directo. Se agradece bastante.

Detrás de mí, al este, queda Coladilla. A la derecha el Correcillas con algunos neveros

En algunos tramos del camino puedo ver el pueblo de Coladilla, de donde he partido. Más allá de él, está la imponente masa del pico Correcillas con rastros de nieve. Delante tengo mi objetivo, aunque no tengo claro dónde está la cima. Se aprecia un bulto, desde abajo parece una pequeña construcción que, supongo, es la cima. Después comprobaré que, en efecto, es la cima, pero no es una casa ni nada parecido.
Construcción para el ganado. Ya estoy en zona soleada. ¡Qué bien!

Después de una cuesta un poco más fuerte, llego a la altura de una construcción para el ganado. Ahora estoy ya en zona soleada. ¡Se agradece mucho! Poco más tarde llego a un collado donde la pista se divide. Por un lado llega el camino que viene desde Orzonaga, por otro lado la pista sigue hacia la vieja mina. Tras un momento de duda, decido seguir por la cresta de la montaña hacia la cima. Hay sendas de ganado que pasan entre el brezo y las matas de roble. ¡Es el camino correcto!

En algunos momentos encuentro zonas de robles o retama que dificultaría el avance si no fuera porque sigo las sendas estrechas que encuentro. La pendiente no es fuerte. A un lado del camino localizo una cruz que parece sacada de un cementerio. Es la cruz de los mineros. Al fondo ya se ve con claridad la cima.

La cruz de los mineros. Detrás, la zona más clara, es el Cutil de Fierro

Paso una primera cima poco elevada y llego de nuevo a una pista. Hay dos montones de enormes piedras. El segundo parece un hito de los que ponen los montañeros para indicar el camino correcto. Pero este es de proporciones colosales.
¿El hito más grande del mundo? ¡Estoy en el camino correcto!

Al oeste tengo el enorme hoyo del que hasta hace pocos años sacaban carbón. El sol está muy bajo y casi de frente. Me deslumbra. Al otro lado de la mina, un poco más alto, el Cueto San Mateo.
El hoyo de la mina. Detrás el Cueto de San Mateo

Sigo las huellas de la pista hacia la cima. Como ya conté, es una explanada artificial. El punto más alto está al norte, al final del todo. En medio de la explanada un monolito. Lo que pensé que era una construcción, es en realidad una enorme piedra. Y, desde luego, no marca el punto más alto.
Explanada con el monolito. El punto más alto está al fondo

Avanzo hacia la parte más alta. Se acaba la zona explanada y empieza un bosque de robles muy bajos. La cima está en ese bosque. Pero serán solo dos o tres metros más alto que la zona explanada en la que me encuentro. No merece la pena entrar entre los robles. Será difícil no enredar la antena entre las ramas. ¡Me quedo en la explanada!
La antena instalada en la explanada. Detrás el boque de robles, apenas más alto

El entorno cercano es más bien desolador. Pero el paisaje lejano es fantástico. Tengo montañas imponentes por todas partes, salvo por el sur, donde se aprecia la planicie de la meseta. Al oeste están las Ubiñas con bastante nieve. Al norte el Fontún sin nieve, delante de él, el Alto del Salguerón. Al este destaca el Correcillas. Detrás Peña Galicia y Peña Valdorria. Entre las dos se aprecia la cima nevada del Espigüete. Más a la derecha, a lo lejos, Peñacorada.
Vista al oeste. El macizo de las Ubiñas con bastante nieve, a lo lejos

El día está totalmente despejado, ni una nube. Estoy al sol y apenas sopla una leve brisa del sur, pero hace frío. Sujeto la parte inferior de la caña en una mata y con tres riostras la mantengo vertical. Despliego la antena. Voy a empezar en la banda de 20 metros, como habitualmente.

Antes de empezar a llamar miro el clúster. Está DL3TU/P, Roman, en una cumbre de Alemania. Le escucho bien, le llamo. Enseguida me contesta. ¡Ya tengo el primer QSO, y de sota a sota! Busco una frecuencia libre y empiezo a llamar. La primera respuesta viene de Suiza: HB9BHW, Hans. A continuación, van respondiendo de toda Europa: Suecia, Inglaterra, Alemania...

Mi puesto de transmisión en Cutil de Fierro

Uno de los corresponsales es Agustín, EA1AV, siempre pendiente de mis actividades. La propagación está extraña: algunas estaciones llegan muy fuerte y otras muy flojas. Un caso significativo es IK1GPG, Massimo. Siempre llega muy fuerte, pero esta vez sus señales son flojas. A pesar de estar al sol y con apenas viento, hace frío. Y estoy incómodo. La última respuesta me viene de Javi, EA1AFB, que se está iniciando en la telegrafía. Son más de las dos y media. Paro para comer.

La antena en lo alto del Cutil de Fierro

El agua que llevo en la mochila está más fría que si la acabara de sacar del frigorífico. Durante la comida hago un par de llamadas en la banda de dos metros. Enseguida me contesta Agustín, EA1AV, y a continuación su hijo Javier, EA1AFB. Llegan bien, León está casi a la vista. No hay más corresponsales. Tras la comida vuelvo de nuevo a la radio. Pero esta vez me pongo en la banda de 40 metros.

Otra vista del puesto en el Cutil de Fierro

Después de unas pocas llamadas me responde, como no, Manuel, EA2DT, desde Pamplona. Manuel es el máximo cazador de sotas del mundo, con más de 300.000 puntos. Los demás corresponsales, pocos, son todos de España, salvo un francés. Me hizo especial ilusión contactar con Guru, EA2IF, un buen amigo, aunque todavía no nos hemos visto en persona. No hay mucho movimiento en esta banda. Y estoy incómodo por el frío, así que decido recoger todo y descender.

Panorámica de la cima con todo instalado

Antes de apagar, compruebo que en la banda de 20 metros está Juerg, HB9BIN, en una cumbre de Alemania. A pesar del QRM consigo que me escuche y completamos el QSO con algunas dificultades. Ahora sí, apago la emisora y recojo los trastos. He completado 27 comunicados: 20 en la banda de 20 metros, otros 5 en la banda de 40 metros y los dos de voz en la banda de 2 metros. Suficiente por hoy.

Tras una rápida recogida, tomo el camino de la mañana en sentido inverso. Me tengo que fijar con atención y consultar el GPS para localizar la senda por la que subí entre las retamas. Una vez en el collado, ya no hay dificultad. Ahora hay algo más de sol, pero está muy bajo y apenas calienta. En la zona más baja vuelvo a encontrar todo el paisaje totalmente congelado, aunque la temperatura es ahora ligeramente superior a los cero grados. Cuando llego al coche, ya está a la sombra. Con menos frío, la primera excursión del año hubiera sido más agradable, pero estamos en enero y esto es León.

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