martes, 8 de agosto de 2023

SOTA Alto de La Viecha

 Para el primer sábado de agosto tenía previsto hacer una excursión sota en la zona de Riaño. Allí tengo mucho pendiente de activar y es una zona muy bonita. Ya había quedado con Alejandro para la excursión. Pero a última hora del viernes se me sumó Javier. Es algo mayor que yo, así que decidí cambiar a un destino, en principio, más asequible. Me decidí por La Viecha, con referencia SOTA EA1/LE-244, tiene 1729 metros de altura. Desde el puerto de Cerredo, en el límite oeste con Asturias, parece una cumbre muy asequible. 

La cima de La Viecha ya muy cerca

Dejamos el coche en lo alto del Puerto de Cerredo. Hacia el sur parte una pista que pasa al lado de un abrevadero. Es una zona de pastos con ganado y paisaje verde. El cielo está totalmente despejado. Seguimos las sendas que encontramos hacia nuestro destino, más por intuición que por conocimiento. Pronto llegamos a una zona en la que encontramos bastantes hayas y serbales. Entre el pasto está el terreno levantado por el jabalí en busca de alimento.

Zona de pastos y árboles

Cruzamos una alambrada y entramos en un pequeño bosque en el que predominan las hayas, aunque también hay acebos, abedules y servales. En este tramo el camino está bien marcado. La pendiente no es muy fuerte, se camina bien. Al salir del bosque vemos, entre los árboles, la cima anterior a nuestro objetivo. Todo parece asequible y sencillo.

Entre los árboles vemos la primera cima

Encontramos otra alambrada y una senda muy poco marcada a su lado izquierdo. Es la única senda, así que seguimos por ella. Este camino ya no resulta comodo. Hay demasiadas retamas. Pero más arriba ya encontramos con una zona de brezo muy densa, que llega más arriba de la cintura. Al principio, parece haber una senda casi perdida, pero enseguida vemos que el paso es prácticamente imposible. No podemos avanzar por aquí.

El brezo cubre toda la ladera. No hay camino

Miro en los mapas del programa GPS que llevo en el móvil. En las fotos de satélite se aprecia una zona parcialmente descubierta en la ladera sur. ¡Vamos a intentarlo por allí! Me adelanto buscando el camino. Llego a la zona despejada de brezo. Parece asequible avanzar por aquí. Pero va a ser difícil y dificultoso. Alejandro y Javier me siguen. Es una zona con hierbas altas y rocas, con una pendiente bastante importante. Pero podemos progresar. Cada poco hay que buscar de nuevo un paso, siempre con esfuerzo. Poco a poco avanzamos. ¿Será todo el camino así? Esto va a ser muy trabajoso, quizá haya que desistir.

Pero Javier y Alejandro me siguen sin rechistar. Ya tenemos cerca una primera cima desde la que podremos ver la cumbre de La Viecha. Por fin llegamos a esta cumbre. Estamos bastante cansados y el sol cae vertical. No hay viento, aunque la temperatura no es muy alta. Desde esta primera cima rocosa, podemos ver La Viecha, una loma ya cercana. Hay una senda, más o menos marcada, hasta su cima. ¡Podremos llegar!

La cima de La Viecha está cerca y es asequible desde aquí

El tramo final hasta la cima ya nos resulta sencillo. Son diez minutos avanzando por la cresta, salvando las retamas. Cuando llegamos son las dos y media de la tarde. Antes de nada, hay que comer, que bastante han pasado mis compañeros. Desde luego, el paisaje es muy chulo. Al norte tenemos el Cueto Arbas y detrás de él la estación de Leitariegos. Abajo tenemos los pueblos de Caboalles de Arriba y Caboalles de Abajo. A nuestra izquierda el pueblo de Cerredo, o Zarréu. Al sur hay varis cumbres sota, todas sin activar: Cueto del Oso, Campo de Cueva o Bóveda. Es posible que acceder a ellas sea tan difícil como esta. No lo sé. Al este veo el Miro de Tejedo. Este sí que está activado.

Vista hacia el sur de la cumbre. El monte de la izquierda es el Campo Cuevas. Mucha maleza...

Tras la comida, sujeto la caña a una especie de mojón y despliego la antena. Me instalo en una zona de hierba alta, pero despejada de retamas. Alejandro es la primera vez que me acompaña en una sota, así que hoy pongo el altavoz para que pueda escuchar la telegrafía. Aquí hay buena cobertura de móvil. No veo que haya activaciones en mis bandas. Así que empiezo a llamar en la banda de 20 metros.

Tras unas pocas llamadas, me responde PA5KM, Coen, desde Holanda. Después llaman los habituales corresponsales desde cualquier punto de Europa: Francia, Suecia, Suiza, Alemania. Pronto uno de los que me llama es HB9AFI/P, Kurt, desde otra cumbre de Suiza. Finalmente resultó ser el único QSO de cumbre a cumbre. 

La antena en el Alto de la Viecha

El sol cae vertical y aquí no sopla nada de viento. Al tocar el equipo, el SW-3B, como es negro, está tan caliente que casi quema. El sol le da de lleno. Voy a mirar en el móvil a ver si hay alguna activación en esta banda y también, al estar al sol, está muy caliente. El móvil me dice que ha cerrado cuatro aplicaciones por exceso de calor y, además, no me deja abrir ni el whatsapp ni el sotawhatch. Es la primera vez que me ocurre esto. Lo pongo a mi sombra.

Sigo atendiendo corresponsales en la banda de 20 metros. Hay poco movimiento y la propagación está floja. Además, las señales llegan con desvanecimiento. En general, me pasan controles bajos: 449, 429, 559... Tras algo más de media hora, decido cambiar de banda. Es el momento de buscar españoles en la banda de 40 metros. Antes de llamar compruebo que el móvil se ha enfriado y me permite mandar aviso de mi frecuencia de llamada. El primero en responderme es Agustín, EA1AV, que llega bastante bien.

La conexión de la antena

Vuelvo a llamar. Sin respuesta. Insisto llamando. Ahora me contesta Ignacio, EA2BD, desde Pamplona. Siempre me alegro de escuchar a los amigos. Vuelvo a llamar. Son poco más de las cuatro de la tarde. En España mucha gente está en la siesta. Y más con los calores de agosto. No es buen momento para activar. Por fin me contestan desde Francia: F4WBN, Christian. Hago unas cuantas llamadas más. Nadie más me contesta. Antes de hacer QRT aviso a los colegas de León. Haré unas llamadas en la banda de 2 metros. Será difícil que alguien me escuche. En efecto, nadie responde. Es suficiente por hoy. Toca recoger y emprender el descenso, que no se plantea sencillo.

Con la mochila a cuestas voy abriendo camino. Hasta la cumbre siguiente es fácil. Una vez allí tenemos que tomar una decisión. Por el lado norte parece haber una senda, pero no está claro que tenga continuidad. Decidimos regresar por el camino de ascensión. Al menos lo conocemos. Desde luego, tiene su emoción, pero hacia abajo todo es más sencillo. Y sabemos por dónde hay que ir. Nos lleva un buen rato y algunos resbalones sin importancia llegar hasta la senda ya conocida.

Tuvimos que pasar por esos manchones claros de la derecha de la cumbre. No había otro camino

A partir de aquí todo es muchísimo más sencillo. Seguimos la senda, giramos hacia el bosque, continuamos por las praderas. En la tarde el paisaje es realmente bonito. La hierba verde, las montañas de enfrente también tapizadas de verde, árboles, arañas... Todo es sencillo y agradable. Cuesta abajo requiere también menos esfuerzo.

Paisaje descendiendo, cerca del inicio del camino

En la fuente que hay casi abajo, pudimos lavarnos un poco para quitar los restos vegetales que tenemos por todas partes. Si quitarse las botas siempre es agradable, en este caso mucho más. Estaban llenas de ramitas, hojas, semillas. No nos sobró mucho tiempo, el ascenso duró más de lo previsto y queríamos llegar a casa antes de anochecer. No hubo tiempo de hidratarnos con calma.
Mapa de QSO desde Alto de la Viecha

En resumen, una nueva cumbre activada. No la aconsejo más que a aventureros. Si no se hace algo, en unos años será totalmente inaccesible. Solo conseguí 23 comunicados: 20 en la banda de 20 metros y unos míseros 3 QSO en la de 40 metros. ¡Pero ya estoy más cerca de las 200 cumbres únicas!

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