viernes, 26 de diciembre de 2014

Magnífico sota en el Pico Rución

El pasado domingo me trasladé con los trastos de la radio hasta el Lago Isoba, cerca de la estación de esquí de San Isidro, para ascender el Pico Runción, de referencia sota EA1/LE-088, y 1.786 metros de altura. Había quedado con mi amigo Javier, pero a primera hora del domingo se excusó por un compromiso inaplazable. ¡Mala suerte para él!

Sobre las once de la mañana estaba ya al lado del Lago Isoba, más que un lago es un charco grande que en aquel momento estaba helado. El sitio es realmente bonito, rodeado de montañas con sus cumbres nevadas y entre prados verdes. El lago está a una altura de 1.400 metros y la cumbre muy cercana: en línea recta menos de dos kilómetros, así que la ascensión es fuerte. Al poco de iniciar la marcha, sobre las rocas observo un grupo de corzos que vigilan mis movimientos. A medida que me voy acercando escapan. No vuelvo a verles en toda la jornada.
Los corzos obervándome desde lo alto.
El día está soleado y no especialmente frío. Cada cierto tiempo debo parar porque la pendiente es fuerte y la mochila pesada. Alcanzo la primera cumbre, Peña los Niales, donde se pueden ver restos de las trincheras de la guerra civil española. Mi objetivo ya está muy cerca. El Runción es un promontorio de roca que no ofrece dificultad en verano. Pero ahora hay algunos pequeños neveros entre las rocas que dificultan un tanto la llegada a la cumbre. Superado sin problemas este obstáculo estoy en la cumbre antes de la una. Hora y media de ascensión.

El espectáculo es impresionante: al oeste las cumbres del Ausente, el Agujas y el Toneo; al sur Puebla de Lillo y el Susarón; al este el Mampodre y el Pico del Lago; al norte la Peña San Justo; a lo lejos otras cumbres nevadas. Un cielo azul con un sol brillante y nada de viento. ¡Qué bien se está hoy aquí! La cumbre es amplia, apenas hay nieve. Un montón de piedras sujeta un buzón de montañero vacío. Instalo la antena lo mejor que puedo: la mayor parte del cable en vertical, y como a dos metros de altura, inclinado hasta el miniacoplador. Puedo instalar el equipo en un lugar relativamente cómodo.

Todo instalado en la cumbre. Al fondo: a la izquierda el Pico Lago y a la derecha las cumbres del Mampodre.
Cuando tengo todo listo escucho a OK1MLP/P, Karel, llamando desde alguna cumbre de Chequia. Enseguida contactamos y ya tengo el primer QSO. ¡Además, de cumbre a cumbre! Me pongo en otra frecuencia próxima y empiezo a llamar. Después de unos cuantos CQ SOTA me contesta CU3AA, Joao, desde las Islas Azores. A continuación empieza el lío, un montón de estaciones llamando todas al mismo tiempo sin posibilidad de descifrar nada. Poco a poco voy contestando a las estaciones. Entre los primeros corresponsales está EA5EY, Manuel, desde Alicante. No es habitual escuchar españoles en la banda de 20 metros desde cumbres sota.
Vista hacia el noreste. A la izquierda las cumbres de Agujas y Ausente. De frente pico Toneo. Abajo Isoba.

Esta vez hay muchos corresponsales de todos los países europeos y estoy cómodo en la cumbre, así que les voy respondiendo con tranquilidad. Me contestan otros dos colegas en otros picos sota: DL/HB9AFI/P, Kurt, un suizo desde una cumbre en Alemania, y F5LKW/P, Roger, desde Francia. También hay un QSO con N4EX, Richard, desde Carolina del Norte. Él me llegaba con buena señal, pero me escuchaba muy bajito. Hacía tiempo que no contactaba con Richard desde una cumbre. También contacté, como en todas las últimas cumbres, con Bilbao: EB2CZF, José, con buenas señales.
Shack en la cumbre. Al fondo Peña San Justo

Finalmente estuve unos cincuenta minutos transmitiendo con comodidad y completé 35 contactos. ¡No está nada mal para ser diciembre! Realmente se estaba cómodo en la cumbre, me daban ganas de seguir allí disfrutando del paisaje y de la radio. Al final prevaleció la sensatez, recogí todo y emprendí el descenso. La bajada resultó realmente rápida. A las cuatro de la tarde estaba ya en el coche.

Como me quedaba tiempo suficiente decidí hacer una exploración previa de otro objetivo: Peña Armada, EA1/LE-101, una cresta rocosa de 1.465 metros de altura que se yergue desafiante entre las aguas del Pantano del Porma. Parece un objetivo fácil, pero hay que encontrar un camino hasta su cima. Paré el coche al lado de la carretera y en media hora me aproximé lo suficiente para hacer unas fotos y encontrar un camino hacia su cumbre. La aproximación llevará casi una hora. ¡Más de lo que pensaba! Ya habrá ocasión de conquistarla. De momento llevo 60 cumbres sota diferentes activadas.

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